Este artículo se publicó hace 13 años.
Riccardo Muti recibe el premio Birgit Nilsson, que inauguró Plácido Domingo
El maestro de la batuta italiano Riccardo Muti (Nápoles, 1941), recibe hoy en Estocolmo el premio instituido por la famosa soprano sueca Birgit Nilsson (1918-2005), dotado con un millón de dólares y que inauguró el tenor Plácido Domingo.
La ceremonia tendrá lugar esta noche en la Ópera de esta capital y Muti recibirá el galardón de manos del rey de Suecia, Carlos Gustavo XVI, durante una ceremonia en la que el Coro de la Real Ópera Sueca y el de la Radio Sueca, acompañadas por la Orquesta Real y bajo la dirección de Gianandrea Noseda, interpretarán "Va, Pensiero", del tercer acto de "Nabucco", de Giuseppe Verdi.
Si el primer premio Birgit Nilsson se concedió por deseo expresado por la cantante antes de morir a Domingo, el segundo ha sido por decisión de un jurado integrado por el presidente de la Filarmónica de Viena, Clemens Hellberg, la co-directora del festival de Bayreuth, Eva Wagner-Pasquier, el director de la ópera de Malmö, Bengt Hall, el de la ópera de Seattle, Speight Jenkins, y Rupert Chrstiansen, crítico del Daily Telegraph.
El presidente de la fundación Birgit Nilsson, el austríaco Rutbert Reisch, exdirector financiero del grupo Volkswagen, que cuando era un joven estudiante conoció, en 1968, a la soprano en la Staatsoper de Viena y trabó estrecha amistad con ella, explicó a EFE que esta quiso premiar "la excelencia" en el terreno musical.
"No es un premio para jóvenes talentos sino para personalidades que lleven al menos dos décadas de dedicación a la interpretación musical y que hayan dejado su impronta para beneficio de generaciones futuras", precisó Reisch, quien destacó la importancia de la experiencia y la madurez, sin las cuales no puede haber profundidad en el terreno interpretativo.
El galardonado tiene que brillar además con un estilo propio, que le distinga, y debe ser al mismo tiempo una personalidad que goce de reconocimiento internacional, pero en ningún caso la fama se deberá a otra cosa que no sea su genio interpretativo.
El presidente de la fundación Birgit Nilsson señaló que por decisión de la cantante, el premio se concederá cada tres años, aunque excepcionalmente ese intervalo podría ser de solo dos años e incluso declararse desierto, pero siempre estará dotado con un millón de dólares, lo que le hace el más generoso en el ámbito de la música clásica.
Los galardonados pueden ser directores de orquesta, cantantes de ópera, pero también instituciones como una orquesta, un coro o incluso un teatro de la ópera aunque en este último caso, explicó Reisch, sería únicamente por una determinada producción.
No está previsto, sin embargo, incluir a instrumentistas porque para ellos existen ya otros premios, agregó.
En el caso de Riccardo Muti, el jurado tuvo en cuenta su "total dedicación a las intenciones del compositor" en sus interpretaciones así como la "pasión por la música demostrada a lo largo de muchas décadas" de carrera.
Muti, a quien el legendario Herbert von Karajan invitó en 1971 a tomar la batuta en el festival de Salzburgo, con el que ha colaborado en los cuarenta años transcurridos y que ha dirigido las más prestigiosas orquestas del mundo, como las Filarmónicas de Viena, Berlín y Nueva York, fue nombrado en 2008 titular de la Sinfónica de Chicago.
En 2004 fundó la Orquesta Juvenil Luigi Cherubini, integrada por jóvenes músicos seleccionados de entre 600 instrumentistas de toda Italia, y ha dado conciertos en numerosos lugares fracturados por la violencia o las crisis como Sarajevo y Beirut.
Joaquín Rábago.
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