Este artículo se publicó hace 14 años.
Los responsables financieros del G7 se reúnen en el Ártico para analizar la economía
Los ministros de Economía y los gobernadores de los Bancos Centrales del G7 inician hoy en Iqaluit, en las cercanías del Círculo Polar Ártico canadiense, una reunión centrada en la salida de la recesión mundial y la regulación del sector financiero.
Pero a la espera de que las delegaciones de Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Alemania y Japón inicien en la noche del viernes su primer encuentro, una cena de trabajo, lo que de momento está generando más interés es el lugar elegido para la cumbre y la actitud de los anfitriones canadienses.
Iqaluit, situada 2.334 kilómetros al norte de Toronto, sólo es accesible por avión o barco, cuenta con unos 6.500 habitantes y los hoteles se cuentan con los dedos de las manos.
Sus escasas calles son más el dominio de motos de nieve que de automóviles especialmente en esta época invernal donde los delegados de los siete países más industrializados del mundo van a tener temperaturas cercanas a los 20 grados centígrados bajo cero.
La elección de Iqaluit en medio del invierno como sede de la reunión de los responsable de finanzas del G7 provocó estupor en su momento.
El ministro de Finanzas canadiense, Jim Flaherty, justificó la decisión como parte del interés de Ottawa de reivindicar su soberanía sobre las regiones árticas entre las crecientes disputas con Dinamarca, Rusia y Estados Unidos sobre límites territoriales y derechos sobre recursos naturales.
Pero el estupor inicial se ha transformado en irritación entre algunas delegaciones cuando Ottawa reveló que entre los platos que servirá a los ministros y gobernadores estará la carne de foca.
Tanto Estados Unidos como Europa han prohibido la comercialización de ese producto por los indicios de que la caza comercial de centenares de miles de focas que se produce cada año en Canadá no se realiza siguiendo métodos humanos para evitar el sufrimiento de estos mamíferos marinos.
Rusia también ha protestado su exclusión de la reunión, en especial porque la cita servirá para preparar la cumbre del G8 (en la que si participa Moscú), que se celebrará a finales de junio en las cercanías de Toronto.
Otra decisión de los organizadores canadienses que ha causado extrañeza es que a la conclusión de la reunión no se emitirá un comunicado final resumiendo lo tratado por los responsables de finanzas.
Lo que las delegaciones sí han revelado es que al menos tres países (Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia) presionarán para avanzar en reformas del sistema financiero internacional, algo a lo que Canadá ha expresado su oposición.
La solidez de la recuperación, los paquetes financieros de estímulo económico y el aumento de los déficit, así como el valor de la divisa china, estarán en la agenda de Iqaluit, según funcionarios del Ministerio de Finanzas canadiense.
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