Renace en el Albéniz la "Carmen" de Gades, 25 años después

Veinticinco años después de que Gades y Saura cambiasen con la película "Carmen" la visión que del flamenco se tenía en el mundo, la Compañía Gades recupera en el Albéniz el montaje para el teatro que creó paralelamente el maestro alicantino, convirtiéndolo en uno de los referentes de la danza española.

Primero fue el éxito del filme, y a los tres meses, con clamorosa acogida, se estrenó en París el montaje para el teatro que Gades había creado al hilo.

Entonces bailaban él y Cristina Hoyos. Del 13 al 17 de mayo lo harán en el Teatro Albéniz Adrián Galia y Stella Arauzo, quien sustituyó a Hoyos como pareja de baile de Gades y lleva 20 años dando vida a esta pasional y sensual mujer.

Una Carmen, la de Gades, que reivindica su libertad por encima de todo, que decidió amar y asumió las consecuencias y que estaba muy lejos de ser la víctima que venía considerándose en otras versiones de la obra de Prosper Mérimée.

"Hay muchas "cármenes" dentro de una; la de Gades va hacia la sobriedad, hacia el interior, luchando hasta el punto de provocar su muerte antes de perder la libertad", ha explicado hoy Stella Arauzo en la presentación de la pieza, a la que también han acudido el bailaor Galia y, como representantes de la Fundación Gades, su hija Maria Estéve y su viuda Eugenia Eiriz.

Galia, el burgués y débil Don José sobre la tablas -contrapunto al torbellino pasional de Carmen-, aseguró sentirse muy "feliz" por participar en este aniversario y confesó también haber pasado "muchas fatigas" porque el suyo es "un registro y un modo de entender el baile diferente" y ha tenido que adaptarlo al estilo Gades sin perder su propia personalidad.

Un espectáculo el del Albéniz que, según aseguraron Estéve y Eiriz, mantendrá intacto tanto en escenografía, como música y vestuario el espíritu del también creador de las coreografías de "Bodas de sangre" (1981) y "El amor brujo" (1986).

"Es ahora cuando comprendo mejor lo que mi padre aportó a la danza. De pequeña era algo natural que ensayasen en casa. Viví todo el proceso de creación, así que cada vez que oigo la música me lleva a mi infancia", ha confesado Estéve, mayor de las tres hijas que Gades tuvo con la cantante Pepa Flores.