Este artículo se publicó hace 15 años.
Rasmussen supedita el traspaso de la seguridad al momento adecuado afgano
El secretario general de la OTAN, el danés Anders Fogh Rasmussen, de visita en Kabul, aseguró hoy que el traspaso de la responsabilidad de la seguridad del país a las fuerzas afganas se hará de acuerdo con la situación sobre el terreno y no a partir de un calendario prefijado.
Rasmussen, que aterrizó esta mañana en Kabul, compareció ante la prensa junto al presidente afgano, Hamid Karzai, para garantizar el compromiso de la OTAN con la seguridad del país.
"Estaremos a vuestro lado, os protegeremos y os ayudaremos a reconstruir vuestro país hasta que seáis capaces de manteneros por vosotros mismos y de evitar que el terrorismo arraigue en este país otra vez", manifestó.
El presidente de EEUU, Barack Obama, ordenó a principios de este mes un despliegue rápido de 30.000 soldados adicionales en Afganistán y anunció que las fuerzas extranjeras empezarán a ceder la responsabilidad de la seguridad a las afganas en julio de 2011.
Hoy Rasmussen -cuya organización se ha comprometido a enviar a otros 7.000 efectivos- recordó que la misión de la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad, bajo mando de la OTAN) será "mayor" durante 2010 y se centrará en proteger a la población, las carreteras y los proyectos de infraestructuras.
"Entrenaremos a más soldados y policías afganos y desde principios de año empezarán a liderar (las operaciones militares) en el momento y en el lugar en que estén preparados", explicó.
Rasmussen precisó que este traspaso de responsabilidad militar se basará en la situación sobre el terreno y no en un "calendario" preestablecido.
"Estamos pagando un alto precio, al igual que el pueblo y las fuerzas de seguridad afganas, pero sabemos que el precio de abandonar el país demasiado pronto sería mucho mayor", añadió.
Durante su intervención, Karzai hizo una nueva llamada a la insurgencia talibán para que se siente en la mesa de negociaciones.
"La paz es algo que el pueblo afgano pide cada día. Si los talibanes rechazan nuestra llamada a la paz un millón de veces, nosotros la repetiremos un millón de veces más", zanjó el presidente.
Karzai sugirió a los integristas que si quieren que los soldados internacionales abandonen Afganistán lo antes posible, lo que deben hacer es dialogar con las autoridades para garantizar la implantación de la paz en el país centroasiático.
En su discurso de investidura, el pasado 19 de noviembre, Karzai se comprometió a que sean sus fuerzas las que asuman, en los próximos cinco años, el liderazgo de las operaciones contra la insurgencia en todas las provincias afganas, como ahora sólo hacen en Kabul.
El objetivo es que las fuerzas de seguridad afganas alcancen los 400.000 efectivos -160.000 policías y 240.000 soldados-, frente a los 95.000 con los que cuenta actualmente el Ejército y los 93.000 de la Policía.
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