Rajoy reclama fe ciega a los suyos

Ante la creciente presión para que desvele el equipo con el que se presentará al congreso del PP, Mariano Rajoy ha optado por acentuar los rasgos de ambigüedad asociados tópicamente al ser gallego. "Sé lo que estoy haciendo", se limitó ayer a decir en Sevilla.

Tan sencillo mensaje despertó una cerrada ovación, de más de un minuto, de todos los cargos públicos andaluces presentes en la reunión de la Interparlamentaria del PP regional. Rajoy, que ha encontrado en la división del partido que lidera Javier Arenas uno de sus principales apoyos junto con Valencia y Murcia, tuvo que cortarlos con un "Venga, ya está". Y después insistió: "Sé lo que hago, y si el partido me apoya tengo las suficientes ganas, ilusión y coraje para ganar las próximas elecciones".

Rajoy guarda silencio y pide implícitamente a los suyos que confíen en él, en un contexto de incertidumbre acentuado por la anunciada salida de Ángel Acebes, número dos del PP y penúltimo representante del aznarismo. Las referencias al congreso llegaron al final de una intervención dedicada en gran parte a anunciar las grandes líneas de oposición del PP. "Lo que quiere ahora la inmensa mayoría de nuestro partido y todos los que nos han votado es que actuemos con responsabilidad, sensatez y sentido común, y así voy a actuar", aseguró. No hubo nombres, ni planes concretos que dieran respuesta a las inquietudes de figuras como Juan Costa, que considera lógico que el partido quiera conocer el equipo de Rajoy, o como Ignacio González, mano derecha de Esperanza Aguirre, que advierte que el PP no puede estar cuatro meses "descabezado", o como la diputada Ana Torme, para quien Rajoy "no puede pedir confianza ciega".

Precisamente confianza ciega es lo que reclamó Rajoy, que escogió para la ocasión un territorio amigo, Andalucía, la comunidad que más compromisarios aporta al próximo congreso (436). Arenas presta apoyo explícito a Rajoy desde el 9-M, cuando aquél perdió por tercera vez en Andalucía y éste por segunda vez en España. Además, la proximidad de la división andaluza del PP a su presidente nacional se acrecentó cuando, el 18 de abril, un consejero de Esperanza Aguirre, Juan José Güemes, instó a los conservadores andaluces a "ponerse a trabajar" y los acusó de haberse "acostumbrado a perder".

En un ambiente de extrema sintonía entre Arenas, Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz del Grupo Popular, y Rajoy, el aguirrismo volvió a recibir ayer varias indirectas. "Andalucía aporta al PP los 25 diputados más trabajadores, los más activos, los que tienen los talones más duros", dijo Sáenz, que luego añadió, en tono bromista: "Que no me oigan los demás".

Rajoy, después, también dedicó encendidos elogios a los resultados de Arenas, "los mejores de la historia del PP", dijo, pese que el avance de los conservadores no evitó una nueva mayoría absoluta del PSOE.

Arenas había estado también muy amable, primero con Rajoy, como es habitual, y después, de forma subrayada, con Sáenz de Santamaría. "Es un motivo de alegría contar aquí con la presencia de nuestra portavoz. No sentimos muy orgullosos de que lo sea y nos mostrará en los próximos años que es una magnífica portavoz de las inquietudes populares", aseguró, levantando una significativa ovación.