Rajoy afirma que el Gobierno es una verdadera máquina de generar desconfianza

El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, dijo hoy que el Gobierno es "una verdadera máquina de generar desconfianza" y que hasta sus rectificaciones "son chapuceras".

En una entrevista concedida a Onda Cero, Rajoy respondió así a una pregunta sobre las previsiones de la Comisión Europea, que incrementa los malos datos de la economía española para 2009 y añadió que el Gobierno español solo "anuncia rectificaciones".

Rajoy subrayó que el viernes 16, en el Consejo de Ministros, el Gobierno dijo que "no valía nada" lo que anunció quince días antes.

El líder del PP se mostró sorprendido por las declaraciones del vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, acerca de que el Ejecutivo ya ha utilizado todo el margen de gasto público y señaló que "un vicepresidente que dice eso a su país no puede estar al frente de la política".

Además, señalo Rajoy, lo que dijo Solbes "es mentira" porque hay mucho margen "si las cosas se hacen de otra manera, si se hacen bien".

Aunque reconoció que "nadie acierta siempre", Rajoy acusó al Gobierno de que en un año y medio se ha equivocado en todas sus previsiones "pero no un poquito, sino de una manera sorprendente".

Recordó que hace menos de un mes se aprobaron los Presupuestos Generales del Estado para 2009, que el PP no votó y "advertí de que el presupuesto estaba superado por las circunstancias y había que rectificarlo".

Quince días después, el Gobierno hace una rectificación "y estoy de acuerdo, porque va en la buena dirección", pero decir ahora que la tasa de paro alcanzará el 15,9 por ciento, que el déficit será del 5,8 y que el PIB caerá el 1,6 por ciento "genera desconfianza".

Con respecto a la rebaja que la agencia de calificación de riesgos S&P ha hecho para España, Rajoy afirmó que "es muy malo" porque supone que el crédito será más difícil y más caro, "justo lo contrario de lo que conviene".

Rajoy señaló que en España los bancos no prestan dinero, no hay inversión ni consumo, porque, reiteró, el problema de la economía española es de confianza.