Raikkonen vuelve a Barcelona, el lugar de su última victoria

El finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari) regresa este fin de semana al Circuito de Cataluña, en Montmeló (Barcelona), para disputar el Gran Premio de España, en el que el año pasado sumó el último de sus 17 triunfos en el Mundial de Fórmula Uno.

Raikkonen ganó con autoridad el Gran Premio de España de 2008 (27 de abril), pero desde entonces, 18 carreras después, no ha vuelto a subir a lo más alto del podio. El brasileño Felipe Massa completó el doblete para el equipo italiano.

"Ha pasado ya más de un año desde mi última victoria en una carrera de Fórmula Uno. El año pasado, en Barcelona, viví mi mejor fin de semana desde que estoy en Ferrari, ya que logré la 'pole' y la victoria y marqué la vuelta rápida", señala Raikkonen, campeón mundial en 2007, en la web de Ferrari.

"Desde entonces he estado muy cerca (de ganar) muchas veces. Me acuerdo de Magny-Cours (Francia), Montreal (Canadá) y Spa (Bélgica)... Por una razón u otra no pude lograrlo. Pero un piloto nunca pierde las ansias de victoria y quiero volver a tener la sensación de ganar lo antes posible", agrega el finlandés.

Raikkonen está ansioso por ver despegar a su equipo, que sólo ha sumado tres puntos en las cuatro primeras carreras, los que él mismo logró al ser sexto en el Gran Premio de Bahrein.

Para ello, el equipo de Maranello ha trabajado para contar en Barcelona con algunas mejoras en el F60, entre ellas un nuevo difusor de doble plano y un chasis aligerado que el español Marc Gené, piloto de pruebas del equipo, tuvo la oportunidad de poner a prueba el pasado fin de semana en el trazado de Vairano.

"Me ha alegrado haber escuchado en el equipo que las novedades aerodinámicas están funcionando. Estoy deseando probar el coche el viernes que viene", señala Raikkonen.

"Con las novedades aerodinámicas tendremos un mejor efecto suelo en comparación con las primeras carreras. Pero hay que tener en cuenta que los demás equipos también habrán mejorado. Ya veremos quién ha hecho un mejor trabajo", concluye el finlandés.