Rabat se compromete a un mayor control de la emigración tras el repunte de las últimas semanas
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El gobierno de Marruecos se comprometió hoy a reforzar sus controles para evitar la entrada en España de emigrantes ilegales procedentes del África subsahariana por Ceuta y Melilla.
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Según explicó a Efe el director general de la Policía y la Guardia Civil, Francisco Javier Velázquez, de visita en Rabat, sus interlocutores en el gobierno marroquí se comprometieron a "reforzar el control fronterizo" y los "sistemas para contener el flujo migratorio ilegal".
En las últimas tres semanas se ha detectado un aumento de entradas ilegales de inmigrantes africanos en Ceuta y Melilla tanto por tierra como por mar, fenómeno que ha hecho saltar las alarmas en las dos ciudades españolas y que ha sido el principal motivo de la visita de Velázquez.
Aunque las autoridades marroquíes no han hecho el menor comentario público al respecto -ni siquiera han informado de la visita de Velázquez-, dieron a entender a sus interlocutores que el esfuerzo policial ha estado concentrado en el frente político interno, y concretamente en contener las protestas producidas por el referéndum de la nueva constitución, celebrado el 1 de julio.
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Ahora que la situación ha vuelto a la calma y que las manifestaciones van perdiendo su carácter masivo, es previsible que la Policía y la Gendarmería (policía rural y de fronteras) vuelvan a ejercer una mayor contención en las zonas fronterizas, "y ya la están ejerciendo", dijo Velázquez, al apuntar que la presión de los emigrantes ha disminuido en los últimos días.
El funcionario español alabó la cooperación existente entre las policías española y marroquí: "las reuniones que se producen con Marruecos son continuas, a alto nivel pero también a nivel operativo; las comunicaciones son inmediatas y la conexión policial no hace más que incrementarse", señaló.
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En este sentido, Velázquez destacó el buen funcionamiento de los oficiales policiales de enlace (un marroquí en el Aeropuerto de Barajas y uno español en el Aeropuerto Mohamed V de Casablanca) que ejercen su labor "desde hace varios meses con gran satisfacción".
Del mismo modo, señaló que las patrullas conjuntas marítimas a lo largo de la frontera entre la Guardia Civil y la Gendarmería se realizan de forma habitual, al igual que el intercambio de información entre los cuerpos policiales, cada vez más fluido.
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En cuanto a la apertura de comisarías conjuntas, decidida el pasado noviembre tras la reunión de los dos ministros del Interior (Alfredo Pérez Rubalcaba y Taieb Cherkaui) y objeto también de las reuniones de hoy, no hay fecha para su apertura, y solo se conoce por el momento los lugares concretos de Algeciras y Tánger donde se ubicarán.
Las autoridades españolas han designado incluso los funcionarios (uno de la Policía Nacional y otro de la Guardia Civil en cada una de ellas) que trabajarán en las comisarías, mientras que Marruecos aún no ha comunicado quiénes serán sus contrapartes.
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Velázquez aseguró que el establecimiento de comisarías tendrá lugar "muy pronto".
Por último, también el tráfico de drogas formó parte de la agenda de trabajo de Velázquez con sus interlocutores, que fueron el general Hosni Benslimane, jefe de la Gendarmería Real, y el director de Migración y Supervisión de las Fronteras, Jaled Zeruali.
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Velázquez dijo que el intercambio de información entre las policías en la persecución del narcotráfico es constante.
El funcionario español reconoció que Marruecos ya no es un mero productor y exportador de hachís, sino que su territorio se ha convertido en los últimos años en lugar de tránsito para la cocaína llegada desde Sudamérica -con o sin previa escala en otros puntos africanos- y que tiene a Europa como destino.
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Tras su agenda de trabajo de dos días, Velázquez regresará a España hoy, martes.