El R29 tiene listo un difusor mágico

Renault acelera. La escudería francesa confía en ser una de las grandes beneficiadas tras el dictamen sobre los polémicos difusores que la Corte de Apelación de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) hará público hoy. En la reunión celebrada ayer en París, los miembros del tribunal escucharon las alegaciones a favor y en contra de las famosas piezas aerodinámicas que montan Brawn GP, Toyota y Williams.

Si la FIA declara ilegales los famosos difusores, los tres equipos denunciados deberán replantearse el diseño de sus bólidos. Los otros siete, en cambio, seguirán evolucionando los monoplazas con los que ya han disputados las carreras de Australia y Malasia.

Si, como parece más probable, Apelación da el definitivo visto bueno al trío de escuderías señaladas, el problema lo tienen el resto de componentes de la parrilla. Sin embargo, no todos sufrirían en la misma medida. Renault, porejemplo, no debería tardar mucho en ponerse a la altura de los actuales dominadores del Mundial.

Andrew Ford, abogado de Renault, recordó ayer ante los responsables de la FIA que la marca francesa empezó a trabajar en pretemporada en un nuevo diseño de difusor, pero que no lo ha usado hasta ahora por expresa prohibición. "No es que Renault perdiera el tren... es que la FIA dijo que eran ilegales", declaró.

Ford también desveló que, en teoría, Renault podría desplegar de inmediato una versión inicial de dicha pieza este fin de semana en China, donde se disputa el tercer gran premio del curso.

Nigel Tozzi, abogado de Ferrari, otra de las escuderías denunciantes junto a Red Bully BMW, cargó contra Ross Brawn, propietario del equipo que domina el Mundial y, curiosamente, ex director técnico de la escudería roja. "Sólo una persona con arrogancia se cree que tiene razón cuando el resto de compañeros no están de acuerdo", declaró Tozzi.

El letrado italiano también señaló la incoherencia de dar por ilegal el difusor a algunos equipos y a otros con diseños similares darles luz verde: "La posición de la FIA es totalmente incomprensible. Se quiere salvar ella misma".

En el polo opuesto, Ross Brawn exhibió optimismo. "No puedes estar confiado al cien por cien, pero espero que prevalezca el sentido común", declaró el propietario de Brawn GP.