Este artículo se publicó hace 14 años.
Puigcercós pide no criminalizar a los catalanes que recelan de la inmigración
El presidente de ERC, Joan Puigcercós, ha pedido hoy que "no se criminalice" a los catalanes autóctonos que recelan de los problemas inherentes a la inmigración, "porque no son racistas ni xenófobos", sino que "sufren por sus condiciones de vida" y ven como "algunas condiciones laborales se pervierten".
Puigcercós, que ha pronunciado esta noche una conferencia en el auditorio del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona bajo el título de "Somos un pueblo", se ha desmarcado tanto del enfoque "buenista" que tiene de la inmigración "determinada izquierda", como de las posiciones "demagógicas" de la derecha.
Según Puigcercós, el proceso de integración social y cultural de los inmigrantes debe abordarse desde "un punto intermedio" entre el rechazo a la asimilación y "el enquistamiento de la multiculturalidad".
"La inmigración -ha señalado- comporta problemas, y estos no se pueden enfocar desde el lenguaje políticamente correcto, ni actuar desde el paternalismo, ni frivolizar como ha hecho determinada izquierda elitista" que hace un cierto tiempo asumía la consigna de 'papeles para todos'.
"Tampoco se tiene que ver la inmigración como una amenaza y exagerar o ofrecer falsas soluciones, como hace toda la derecha, los unos de una forma más chapucera, como el PP de Badalona, y otros de forma más sutil como en Vic", ha indicado Puigercós.
Según el líder independentista, "no hay que criminalizar" a la población catalana autóctona que denuncia los problemas inherentes a la inmigración "porque no es racista ni xenófoba".
"Son personas que sufren por sus condiciones de vida -ha añadido- y que han visto como algunas condiciones laborales se pervierten por la irrupción de una mano de obra desesperada por empezar de nuevo y que empresarios sin escrúpulos contrata fuera de la ley, así como personas que han visto como su vecindad cambia radicalmente con gente con costumbres, hábitos y lenguas que no comprenden".
Por este motivo, el líder republicano, que ha indicado que, aunque no es partidario de regular el uso del velo islámico en las escuelas sí que rechaza que las alumnas vayan con la cara tapada, ha asegurado que "si somos capaces de entender la situación, podremos trabajar para unir, para generar concordia y tolerancia de los unos con los otros".
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