Puente Tablas saca a la luz nuevos datos sobre la religión ibera

Las últimas excavaciones en el yacimiento ibérico de Puente Tablas, a unos tres kilómetros de Jaén, han puesto de manifiesto nuevos aspectos de la religión de los iberos, como el sacrificio de cerdas preñadas a una diosa de la fertilidad.

Este es uno de los descubrimientos que el Centro Andaluz de Arqueología Ibérica ha presentado hoy en el mismo yacimiento, una vez finalizada la excavación de una puerta del "oppidum" -ciudad fortificada-, la primera puerta ibérica que sale a luz en Andalucía, que habría sido utilizada entre los siglos IV y III a.C.

Según ha explicado el subdirector del CAAI, Manuel Molinos, se trata de una puerta que conduce a un corredor de quince metros de profundidad, en la que los investigadores ha descubierto una serie de señales que demuestran que era un acceso de carácter ritual.

Justo en el centro del corredor aparece una especie de altar para conmemorar la creación de la puerta, donde se ha constatado que se celebraban sacrificios. Concretamente se han encontrado restos de trece animales -siete de ellos, cerdas jóvenes- y huesos de seis cerdos neonatos o fetos.

Estos datos remiten, según Molinos, a un ritual relacionado con la fertilidad, y permiten trazar paralelismos con otras excavaciones que también pusieron de manifiesto sacrificios de cerdas.

Por otro lado, esta mañana se ha podido comprobar que la puerta está perfectamente orientada al Este, lo que hace que a la salida del sol se ilumine una diosa esculpida en ella, y que después se vuelva a ocultar, "creando un efecto mágico".

Molinos considera que con las últimas excavaciones se ha tenido la oportunidad de descubrir, no solo una serie de ritos, sino también aspectos muy importantes tanto de la funcionalidad del espacio de estos "oppida", como de la religión de los iberos.

Una religión que estaba en relación muy directa con los ciclos anuales y con la agricultura, que era la base fundamental de estos pueblos.

Puente Tablas es un asentamiento de tipo medio, del siglo IV antes de Cristo, que se encuentra en el término municipal de Jaén y en el que se conservan restos que van desde la Edad del Bronce hasta la época islámica.