Un pueblo sevillano aprovecha su herencia oriental para atraer el turismo japonés
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En 1614, varios de los integrantes de una expedición nipona, cuyo destino era Roma, se quedaron a vivir en la localidad sevillana de Coria del Río y actualmente su historia sirve para atraer turistas japoneses que buscan la herencia que dejaron sus antepasados.
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Juan Francisco Japón es profesor de inglés y presidente de la asociación Hasekura (en referencia al samurai que encabezaba la expedición, Hasekura Tsunenaga), y relata cómo los japoneses que visitan la localidad se quedan asombrados al descubrir una estatua del samurai a orillas del Guadalquivir.
"Es como si vas a Japón y encuentras una Virgen del Rocío o Cristo del Gran poder, algo que no esperas a priori porque no tiene relación con ese país", dice Juan Francisco Japón.
El apellido Japón, que los vecinos adoptaron y actualmente tienen casi 700 habitantes, es otro reclamo para los curiosos japoneses, quienes hacen muchas fotos en el cementerio, que usan como prueba del volumen de personas apellidadas como su país, asegura el profesor.
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"La idea es venderles el pueblo, explicarles el nexo entre Coria y su país, pero al mismo tiempo mostrarles nuestras tradiciones como la Semana Santa o fiestas", afirma Japón, quien ejerce de guía y anfitrión en sus ratos libres, movido por la fascinación que siente hacia la cultura del país del sol naciente.
La sala Virginio Carvajal Japón -cuyo nombre es un homenaje a un vecino que estudió la relación de su municipio con el país oriental- es una de las paradas obligadas, ya que cuenta con objetos, fotografías, pinturas, artículos relacionados con la cultura nipona y una maqueta que representa la fiesta del cerezo, típica en Japón.
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Muchos de estos japoneses llegan a la localidad aconsejados por la mítica guía de viajes "Globetrotter", en la que se les recomienda visitar Coria e incluso contactar con el ya fallecido Virginio, que era el encargado de guiar a los nipones por el municipio.
Otro de los proyectos para la atracción del turismo japonés en el futuro es la apertura de la Sala Sendai, un centro de interpretación sobre la histórica expedición japonesa, y que tendrá como finalidad la promoción de tradiciones, costumbres e historia de Coria.
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Un vecino del pueblo que también se apellida Japón lleva la bandera nipona en su furgoneta y la dueña de una peluquería con el mismo apellido ha colocado en el letrero del negocio mensajes con los "kanjis" japoneses, reclamos o "guiños" a ese pasado que ha dejado tantas huellas.
Juan Francisco Japón explica divertido que hay un joven camarero con los ojos rasgados y rasgos orientales, también apellidado Japón, que es el centro de atención de los japoneses cuando lo ven: "montan un escándalo porque no se creen que un chico de un pueblo de Sevilla tenga tanto parecido físico con ellos y comienzan a fotografiarlo".
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Juana Martínez García