Este artículo se publicó hace 15 años.
Publicidad online: ¿Gran Hermano o servicio al consumidor?
Los comerciantes estadounidenses y los defensores de los consumidores se preparan para la batalla sobre las reglas que rigen la publicidad online que se adapta a los hábitos individuales de búsqueda, que a menudo se registran y guardan sin que los usuarios se den cuenta o sin permiso.
Se espera que el Congreso de Estados Unidos intervenga en este asunto en las próximas semanas con una ley en la Cámara de Representantes que obligará a las páginas web a definir cómo van a utilizar esa información exactamente y a permitir a sus usuarios que lo rechacen.
Están en juego un sector valorado en miles de millones de dólares y la privacidad de los consumidores.
Los anunciantes y las páginas web populares dicen que los visitantes prefieren los anuncios relacionados con sus intereses y deben aceptar la publicidad como una condición necesaria para obtener contenido gratis.
Pero el 75 por ciento de los estadounidenses dijeron en un estudio reciente que no estaban a favor de la publicidad orientada si esto suponía que su comportamiento a la hora de navegar por Internet quedaba registrado.
"La gente quiere las ventajas de la web pero no sabe nada del servicio de vigilancia", dijo Stephen Baker, autor de "The numerati", sobre la extensión de la recolección de datos online. "Y cuando oye hablar de ello, lo lleva fatal".
Los investigadores de las universidades de California, Berkeley, y la Universidad de Pensilvania, que estudiaron a 1.000 estadounidenses entre el 18 de junio y el 2 de julio, llegaron a la conclusión de que hay una gran sensación de que controlar los hábitos de Internet para ajustar la publicidad está mal.
El estudio llega en un momento en el que el debate en Washington sobre privacidad y publicidad online es un tema candente, dijo Mike Zaneis, vicepresidente de temas de interés público en Interactive Advertising Bureau, una asociación sindical del sector.
Cada vez que un consumidor se mete en una página web se crean las llamadas "cookies", una serie de códigos que los comerciantes pueden leer e interpretar para determinar a quién dirigir sus anuncios.
Los consumidores pueden evitar algunos de estos registros borrando las cookies de su buscador o programándolo para no aceptar cookies. Pero eso también puede afectar a la navegación dado que algunas páginas no funcionan si la función de las cookies está bloqueada.
Los consumidores han sido controlados y perseguidos por los anunciantes en el mundo offline durante generaciones, a menudo por medio de la información de las tarjetas de crédito o tarjetas de supermercado.
Pero Internet aumenta el fenómeno puesto que "la gente vive su vida online para transacciones esenciales", dijo Jeff Chester, del grupo de protección de consumidores Center for Digital Democracy.
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