El PSOE ya teme a Podemos
Publicidad
Las últimas encuestas, que reflejan unánimemente un ascenso electoral espectacular de Podemos, han hecho saltar las alarmas en el PSOE, que busca fórmulas de cómo reaccionar ante este fenómeno sociológico y electoral que se consolida y que, en gran medida, se nutre de sus antiguos votantes.
Publicidad
Pedro Sánchez ha hablado del asunto con su equipo de confianza y, en principio, ha optado por seguir con su proyecto político, equidistante tanto de Podemos como del PP. El lunes, tras la Ejecutiva, lo dijo en conferencia de prensa, en una frase que traía escrita: "El PP parece que aspira a aliarnos con Podemos, y Podemos a aliarnos con el PP. El PSOE no es amigo de extremos, es un proyecto autónomo de cambio ciudadano".
Por ello, Sánchez no dará un giro a la izquierda del PSOE para evitar la fuga de sus votantes a Podemos. Incluso, se cree que al PSOE le puede venir hasta bien situarse en una posición de centralidad con ese mensaje de Sánchez, diferente y centrado frente a lo que ya parecen ser las otras dos fuerzas políticas más importantes en España.
Pero, no todo es tan fácil. Sondeos internos del partido apuntan que en las próximas elecciones municipales y autonómicas Podemos no está muy lejos de situarse como primera fuerza política de la izquierda y en sitios muy emblemáticos, como Madrid. Pero, además, los acuerdos con la nueva formación política serán determinantes en múltiples ayuntamientos -salvo que salga la reforma electoral que quiere el PP- y en la gran mayoría de las Comunidades Autónomas.
Publicidad
Un veterano dirigente del PSOE indicó a Público que tiene "miedo" de que el PSOE no encuentre la fórmula de seguir siendo el partido hegemónico de la izquierda, y dio su solución: "Hay que copiar entero el programa de Podemos en cuanto a transparencia, limpieza democrática y regeneración. Y que lo abandere el PSOE. Es la única solución", afirmó.
Tal vez, por ello, la primera gran iniciativa política de Pedro Sánchez ha sido una batería de propuestas de regeneración democrática que abarca múltiples campos. Desde eliminar el número de aforados, la reforma de la ley de partidos, prohibir las donaciones de empresas a las formaciones políticas, endurecer la ley de incompatibilidades o que quien se enriquezca con fondos públicos responda con su patrimonio.
Publicidad
Todo obedece a un intento de quitar la bandera de la regeneración democrática a Podemos y, en este caso, los altavoces mediáticos del PSOE son más potentes. De hecho, Podemos aún no está representado ni en el Congreso.
Más dudas hay en cómo el PSOE debe responder políticamente a Podemos. Los socialistas parece que se debaten entre ir a la confrontación -como los últimos ataques de Felipe González comparando a esta formación con Le Pen, Grillo o la izquierda radical griega-, o mantener un respeto de dos partidos que puede estar condenados a entenderse en un futuro próximo. Sánchez, parece, que se inclina por la segunda opción.
Publicidad
En Ferraz, de momento, cunde la preocupación con Podemos, que ya les amargó la victoria que daban por hecha en las elecciones europeas, y que ya asumen que no será un fenómeno pasajero como al principio creían.