PSOE y UGT conmemoran la muerte de su fundador divididos ante la crisis

El PSOE y la UGT han conmemorado hoy el 86 aniversario de la muerte de su fundador, Pablo Iglesias, divididos ante la respuesta que se está dando a la crisis económica y financiera y enfrentados por los acuerdos cerrados esta madrugada por los líderes de la UE, entre ellos José Luis Rodríguez Zapatero.

En el cementerio civil de Madrid se han dado cita, entre otros, el secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias, y el líder de UGT, Cándido Méndez, que han coincidido en subrayar la plena vigencia de los principios y los valores que defendió Pablo Iglesias hace ya 132 años.

No han opinado lo mismo, sin embargo, sobre la cumbre de la UE que se celebra desde ayer en Bruselas.

Iglesias ha considerado que es "un paso importante" hacia una mayor gobernanza económica y más armonización fiscal, aunque ha advertido de que "el parto va a ser sin duda difícil y doloroso".

Se ha mostrado optimista con el futuro, convencido de que este momento de cambio y transformación "llevará a más Europa y más armonización", pero ha apostado por nuevas herramientas, al entender que el mecanismo político de la UE "se ha quedado completamente obsoleto".

Méndez, por su parte, ha calificado de "vergonzoso" lo que está ocurriendo en Europa, porque se toman determinaciones ante las que quinientos millones de personas asisten atónitas y muy preocupadas, y ha abogado por un cambio de políticas "en profundidad".

Pesimista ante la "degradación" de la situación económica, social, del empleo y democrática, el secretario general de UGT ha acusado a la UE de estar arrebatando la esperanza a la sociedad.

Con todo, ha dejado claro que UGT no se resignará a que España sea uno de los soportes para que Alemania tenga una financiación "muy barata" y que además sea país de origen de mano de obra cualificada.

Frente a los mercados financieros, ha criticado al presidente del Gobierno en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, porque "intentó" gobernar la crisis y en mayo de 2010 pasó de ser "gobernante a ejecutor".

También se ha mostrado muy crítico con los acuerdos de esta madrugada en la UE el líder del PSM, Tomás Gómez, quien ha afeado "el lamentable espectáculo que dieron los dirigentes europeos", ha negado que la solución a la crisis sea aplicar más políticas neoliberales y ha avisado de que se está imponiendo "la locura".

A su juicio, en Europa "se está imponiendo no solamente la locura", sino también "un intento de hegemonía ideológica y política de la derecha, especialmente desde la derecha alemana".

En cualquier caso, Marcelino Iglesias ha aprovechado su discurso para destacar "la plena vigencia" de los valores de Pablo Iglesias en uno momento como el actual, "cuando las fuerzas de los mercados especuladores" quieren retrotraer a Europa "a otros tiempos en los que la ley de la jungla dominaba las relaciones laborales y sociales".

"Los objetivos de su vida fueron mejorar la vida de la gente, sobre todo de los trabajadores. Y hoy más que nunca deben ser los objetivos del PSOE", ha proclamado el "número tres" de los socialistas.

Con la mirada puesta en el congreso federal que el PSOE celebrará en febrero, en el que elegirá a un nuevo secretario general en sustitución de Zapatero, Iglesias ha trasladado su confianza en que el liderazgo de su partido y sus propuestas de futuro se resolverán "con normalidad".

"Nos pondremos a punto. Pondremos el motor a punto", ha prometido.

Del congreso federal también ha opinado Tomás Gómez, en cuya opinión el PSOE debe abanderar en modelo alternativo a las políticas neoliberales y trabajar para la construcción europea, "y no para la destrucción europea -ha apostillado-, que es para lo que algunos parece que están trabajando".

Gómez ha juzgado que los socialistas tienen que tener en su congreso federal "una convulsión interna" para realizar un diagnóstico acertado de qué ha ocurrido para perder las elecciones de mayo y las de noviembre y, a partir de ahí, "relanzar un proyecto político claramente desde la izquierda".

"Tenemos que repensarnos seguramente como organización política", ha indicado, y ha alertado de que nadie debe caer en la "falsa tentación" de creer que "ayudar a España es sumarse a las políticas de derechas".