El PSOE endurece su ofensiva contra un Gobierno "arrogantemente sólo"
Rubalcaba reconoce que "el espacio para el acuerdo" con el Ejecutivo "va desapareciendo". Propone una gran reforma fiscal para gravar más a los que más tienen, durante su turno de réplica en un Comité Fe
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Ha sido más ambiguo que su mano derecha, la vicesecretaria del PSOE, Elena Valenciano. Durante la rueda de prensa posterior a la reunión del Comite Federal de los socialistas, su líder, Alfredo Pérez Rubalcaba, no ha reconocido explícitamente la intención de su equipo de dejar de ofrecer la mano al Gobierno, como horas antes había afirmado tajantemente su número dos. Y pese a la insistencia de los periodistas, Rubalcaba se ha resistido a reconocer que haya aceptado dejar de ofrecer su colaboración a Mariano Rajoy en asuntos "esenciales" para España como le exigían los más críticos con su labor de oposición.
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El líder del PSOE, que no ha contradecido a Valenciano -que al mediodía ha asegurado que "la fase de buscar el acuerdo con el Gobierno se ha acabado"-, sí ha reconocido que esos pactos son cada vez más improbables. "El espacio para el acuerdo va desapareciendo", se ha limitado a señalar, porque "cada vez que el Gobierno adopta una decisión sin contar con nadie se aleja de ese acuerdo" y "el tiempo se acaba". Porque el Ejecutivo ha estado "hasta ahora, arrogantemente sólo". "Yo, que soy un defensor de los acuerdos, tengo que constatar que el PP no quiere acuerdos", ha insistido.
El Comité Federal de este domingo, el primero desde que Rubalcaba accedió a la secretaría general del PSOE en febrero, se presentaba como un plebiscito a su oposición "útil y responsable", que ha sido tan críticada por diversos sectores del partido ante la falta de apoyo ciudadano que registran los socialistas, según las encuestas. Pues bien, Rubalcaba no sólo ha salido airoso de una reunión que, según han coincidido numerosos dirigentes, ha sido mucho más tranquila de lo que se esperaba, sino que según el propio secretario general, su proyecto ha salido reforzado.
"La Ejecutiva se siente ampliamente respaldada", ha recalcado. Y, tratando de acallar las voces discordantes como las del centenar de militantes que hicieron público un manifiesto reclamando un cambio de rumbo en su estrategia, Rubalcaba ha hecho especial hincapié en que su equipo tiene un "apoyo muy amplio, amplísimo", en su tarea de oposición."La derecha se merece una oposición durísima, pero los españoles no. Seguiremos haciendo una oposición útil y responsable", ha remachado.
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Afines y críticos, todos los asistentes a la reunión han coincidido en señalar que la intervención de Rubalcaba ante su Comité Federal ha sido más que aceptable. "Ha sido un discurso bueno", reconocía un dirigente socialista cercano al secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, principal portavoz del sector descontento con la estrategia del líder federal. Pero el sector crítico se preguntaba por qué Rubalcaba ha planteado su proyecto de futuro a puerta cerrada. Las fuentes consultadas han asegurado que el líder del PSOE sí ha endurecido sus planteamientos, al manifestar su determinación por construir una "alternativa real y de Gobierno", y porque a puerta cerrada sí ha mostrado su voluntad de "cerrar esta etapa de mayor búsqueda de diálogo" con el equipo de Rajoy.
Según han explicado, las propuestas concretas no han llegado hasta el turno de réplica del secretario general, que se ha producido después de la intervención de 31 miembros del Comité Federal. Rubalcaba ha anunciado que su partido impulsará una "reforma fiscal en profundidad", un "modelo alternativo" que supondría instaurar un impuesto de las grandes fortunas y que permitiría "acercar gradualmente" los impuestos que pagan las mayores rentas del capital a las rentas del trabajo. En rueda de prensa, el líder del PSOE ha detallado que ese plan incluye impuestos verdes, gravar los premios de lotería o la imposición de un tributo a las sucesiones. Asimismo, los socialistas llevarán al Parlamento una Ley de Estabilidad Social que "garantice el acceso de todos los ciudadanos a los servicios sociales".
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Los miembros del Comité Federal consultados por este diario coinciden en señalar que el debate se ha centrado en cómo perfilar esa "alternativa de Gobierno" a las políticas de derechas. Pero ningún miembro del equipo de Rubalcaba, ni el propio secretario general, han querido entrar a discutir con el sector crítico las propuestas que se les han planteado.
Así, Tomás Gómez o uno de sus más fieles colaboradores, Antonio Carmona, no han tenido respuesta de la dirección federal acerca de su propuesta para instar al Gobierno a celebrar un referéndum sobre las condiciones del rescate. Y eso que según han señalado distintas fuentes, cuando el líder del PSM ha comenzado a hablar "se ha hecho el silencio" en la sala. "No he contestado a nada porque no ha sido un debate general", argumentaba posteriormente Rubalcaba, que como Valenciano, ha insistido en si finalmente el Ejecutivo solicita el rescate "habrá un debate parlamentario". "No puede ser que en el Parlamento alemán se vote sobre el rescate y en el español ni se hable", ha afirmado.
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Una de las intervenciones más encendidas ha sido la del expresidente de Extremadura, Emilio Rodríguez Ibarra, si bien ha ido en la misma línea que ha defendido Rubalcaba. El exdirigente extremeño ha considerado que ante la delicada situación por la que atraviesa el país, los grandes acuerdos "son más que necesarios". Otra, que ha despertado también la polémica entre los socialistas, ha sido la del secretario general del PSC, Pere Navarro, que ha emplazado a los socialistas a abogar por un modelo de Estado "federal" ante la deriva independentista de diversos sectores de la sociedad catalana. Rubalcaba tampoco ha contestado a este último, si bien sí ha mostrado su preocupación por el conflicto territorial que se está dando en la mencionada comunidad autónoma.
La cúpula de los socialistas ha coincidido en que su primer Comité Federal ha sido "largo", ya que ha durado algo más de siete horas, pero también "fructífero y participativo". La próxima cita importante, la que verdaderamente determinará el futuro de los socialistas y sus posibilidades en las urnas, será la Conferencia Política que tendrá lugar en noviembre. Rubalcaba ha invitado a afiliados a simpatizantes a participar en dicho acto para "conseguir que el PSOE sea un partido más eficaz".