Este artículo se publicó hace 12 años.
Programa de guardería infantil no ayudaría a hermanos de niños en riesgo
Por Genevra Pittman
Un estudio mostró que loshermanos pequeños de niños en riesgo de desarrollar problemascognitivos que asistieron a un programa de educación preescolarcon visitas al hogar y guardería infantil no obtuvieron mejoresresultados en los test de inteligencia o trastornos conductualesen la adolescencia.
Sin embargo, los autores observaron pequeñas mejorías en lasconductas de crianza de los padres durante el estudio originalsobre los hijos mayores.
"Pensábamos que al orientar a los padres sobre cómoidentificar los avances del desarrollo y promoverlos (...), loshermanos menores también se beneficiarían", dijo la doctoraMarie McCormick, autora principal del estudio de la Facultad deSalud Pública de Harvard, en Boston.
El estudio inicial, realizado en ocho ciudades, incluidasNueva York, Miami y Dallas, incluyó visitas a domiciliosemanales o bisemanales orientadas a evaluar el desarrollo y laeducación infantiles en las guarderías para niños de entre 1 y 3años.
Todos los niños habían nacido con bajo peso y podían padecerfuturos trastornos del desarrollo.
Los autores observaron avances en las estrategiasdisciplinarias que aplicaban los padres y detectaron efectos porlo menos inmediatos en el coeficiente intelectual (CI) y laconducta de los hijos.
De los 878 niños incorporados en la primera etapa delestudio, 229 tenían hermanos cinco años menores que participarondel nuevo estudio a través de cuestionarios y test deinteligencia a los 13 ó 14 años.
Los resultados los compararon con los de otros 237adolescentes, cuyos hermanos mayores no habían participado delprograma.
No hubo diferencia en el CI de esos participantes: loshermanos menores del primer grupo obtuvieron 89,7 puntos en laevaluación, comparado con 92,7 puntos del grupo de control (100es el resultado máximo).
Ambos grupos también obtuvieron resultados similares en lasevaluaciones de los trastornos conductuales y las expectativasdel éxito futuro, según publica el equipo de McCormick enArchives of Pediatrics & Adolescent Medicine.
HÁBITOS DE CRIANZA DIFÍCILES DE CAMBIAR
El equipo no contó con información sobre la salud o laeducación en los primeros años de vida de los hermanos menoresestudiados, lo que podría haber sesgado los resultados.
Aun así, mejorar las expectativas de los hermanos menores através de la modificación de los hábitos de crianza es "muydifícil de lograr", opinó W. Steven Barnett, director delInstituto Nacional para la Investigación de la EducaciónTemprana de la Rutgers University, en Nueva Jersey.
"Conocemos la influencia de los padres. También sabemos quecuesta modificar sus conductas", dijo Barnett, que no participódel estudio. "Esto sugiere, entonces, que el mayor impacto delprograma lo tiene la guardería y si el hermano no concurre alcentro, el impacto no será tan alto", agregó.
McCormick consideró que el programa se concentró demasiadoen los niños y no en sus padres como para poder observar unavance en la crianza en el largo plazo.
Fuera de ver cómo las madres disciplinaban a sus hijos,McCormick dijo que los autores no observaron cambiossignificativos en la educación o las expectativas de los padres.
FUENTE: Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, online4 de junio del 2012
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