Por Ian Ransom

La presidenta de una compañía láctea china fue a juicio el miércoles por un escándalo con leche en mal estado que ha provocado la muerte de al menos seis niños y enfermedades a otros miles.

Tian Wenhua, de 66 años y ex gerente general del Grupo Sanlu, ahora en bancarrota, se declaró culpable de los cargos de "producir y vender productos de mala calidad", dijo la agencia de noticias estatal Xinhua.

Tian compareció junto a otros tres ejecutivos en un tribunal de Shijiazhuang, capital de la provincia de Hebei, en el norte del país. Aún no está claro si podrían ser condenados a pena de muerte.

"(Tian) podría afrontar la pena capital por producir y vender leche para bebé contaminada, junto con tres de sus más altos gerentes en el Tribunal Intermedio del Pueblo de Shijiazhuang", dijo el miércoles el oficial China Daily.

Pero la noticia de Xinhua dijo que la sentencia máxima por los cargos era de cadena perpetua.

Durante meses, los ejecutivos de Sanlu, propiedad en parte del grupo neozelandés Fonterra, no informaron de casos de niños chinos que desarrollaron piedras en los riñones y otras complicaciones por tomar leche adulterada con melamina, hasta que el escándalo vio la luz pública en septiembre.

La melamina, un compuesto industrial usado en la fabricación de sillas de plástico, encimeras, platos, productos resistentes al fuego, y hasta cemento, fue agregada a algunos alimentos para burlar las pruebas de calidad debido a su alto contenido en nitrógeno.

Otras 17 personas involucradas en la producción, venta, compra y adulteración de melamina en productos lácteos fueron a juicio la semana pasada.

Al menos seis niños murieron y más de 290.000 han enfermado por tomar leche contaminada, perjudicando aún más la confianza en los productos chinos y desatando peticiones de retiradas masivas en todo el mundo.

Tian dijo el miércoles al tribunal que se enteró sobre las quejas de consumidores por leche en mal estado a mediados de mayo, según citó Xinhua.

La compañía dispuso un equipo de trabajo liderado por ella para manejar el caso, pero no envió un informe escrito sobre la leche en polvo a la alcaldía de la ciudad de Shijiazhuang hasta el 2 de agosto, señaló Tian.

El gobierno local no informó del caso a funcionarios de mayor rango hasta un mes después, lo que planteó la especulación de que las autoridades intentaron evitar que un escándalo interrumpiera la organización de los Juegos Olímpicos de Pekín.

Se espera que las condenas sean duras, mientras China intenta recuperar una credibilidad dañada en sus alimentos, medicinas y otros productos.

El escándalo también ha abierto un debate sobre las compensaciones a las víctimas y sus familias. Sanlu y otras 21 empresas lácteas locales que produjeron la leche contaminada han prometido desatinar 1.100 millones de yuanes para ellos y cubrir los costes médicos, según un comunicado en la web de la Asociación Láctea China, pero las condiciones han sido acogidas con escepticismo.