Este artículo se publicó hace 13 años.
El PP se niega a retirar unos carteles que culpan del paro a Tomás Gómez
Las juntas electorales de zona se hacen un lío con decisiones contradictorias sobre la legalidad de los paneles
No hay día en el que la campaña de Madrid no supere al anterior, lo que pone un puntito de aventura a estas semanas. Basta con repasar por la noche las previsiones de los diferentes candidatos para saber que de ahí, de su agenda, van a salir pocos titulares al día siguiente. El secreto para el ciudadano está en despertarse con la disposición de ser sorprendido.
Ayer, por ejemplo, la sorpresa fue bastante madrugadora, como el día anterior lo había sido la noticia-trampa de la presidenta Esperanza Aguirre sobre la hipoteca a la americana. El candidato del PSM a la Comunidad, Tomás Gómez, la sirvió en bandeja cuando, en un acto en el distrito de Carabanchel, informaba de que la Junta Electoral de Navalcarnero había ordenado retirar "los carteles" electorales en los que aparece él riéndose junto al presidente del Gobierno y una leyenda: "Cinco millones de parados". Se trata de una idea de su principal rival político, el Partido Popular, que no tardó en reaccionar.
El PSM promete financiar servicios públicos con un impuesto a la banca
Francisco Granados, jefe de campaña, y uno de los hombres fuertes de la candidata conservadora, se apresuró a interpretar la letra pequeña de las declaraciones de Gómez. Y advirtió a los socialistas de que no se apuntasen todavía una victoria porque la decisión de la que presumían sólo se refería a Navalcarnero, no a los carteles, todos con fondo rojo y sin el logo del PP, con los que la derecha ha sembrado algunos puntos kilométricos de la red de carreteras.
Los socialistas han presentado 11 reclamaciones por esta publicidad, dos de ellas relativas a anuncios ubicados en la red de Metro, por lo que no es descartable el goteo de resoluciones.
En una dinámica propia de partido de pimpón, los socialistas salieron a rebatir las palabras del consejero madrileño."¿Quién puede pensar que un gobernante se puede reír porque en su país hay cinco millones de personas que lo están pasando mal?", se preguntó el líder del PSM.
Aguirre admite que no puede aprobar el pago por dación en las hipotecas
El círculo se cierraPero a media tarde, el círculo se cerraba cuando los socialistas informaban de la interposición de un recurso ante la Junta Electoral Provincial después de que la Junta Electoral de Zona de Alcalá de Henares fallase en contra de retirar un cartel igual en la carretera de San Fernando. Resultado del partido: empate. Por ahora.
"Vamos a agotar todas las vías jurídicas existentes, incluida la penal", advertía Eusebio González, miembro del Comité Electoral del PSM.
Mientras, Granados lanzaba el último órdago del día asegurando que el PP no había recibido ninguna resolución y que, mientras tanto, los carteles van a seguir en su sitio.
"Sigo sin saber qué es lo que le parece mal al señor Tomás Gómez sobre los carteles: si le molesta que le recordemos que han creado cinco millones de parados o sus propias palabras publicadas en El País". Esta última es una alusión a otro de los carteles, que puede verse en la carretera de Toledo, a la altura de Leganés, en el que se lee: "Me gustaría para Madrid lo que Zapatero ha hecho en España".
Pese a que este fue el episodio más llamativo, las juntas electorales de zona recibieron múltiples reclamaciones de PP y PSOE de diferentes municipios poniendo en tela de juicio la forma de hacer campaña del adversario.
El día también lo emplearon los políticos madrileños en valorar el anuncio estrella de Esperanza Aguirre del día anterior: la propuesta de que la entrega del piso salde la hipoteca. La reacción que más mereció la pena, por lo contradictoria, fue la de la propia presidenta, que, sin sonrojarse, como suele ser habitual, reconoció que no tiene competencias para decidir el contrato hipotecario, pero sí para "exigir transparencia".
Forma parte de su guión: un día hace el anuncio y el de después lee la letra pequeña. O sorprende animando a votar en verso: "Y dicen los socialistas reza el romance que tienen en su programa, conseguir para Madrid, lo que han hecho para España", volvió a hurgar en la herida de los carteles en su último acto del día en Pinto, donde su candidata, Miriam Rabaneda, está imputada.
Subasta de sueloSi nos ceñimos a las promesas de los programas, por la mañana, la candidata del PP prometió que quitará obstáculos para que las empresas elijan instalarse en Madrid. Se trata de sacar a subasta suelo industrial aunque se venda por debajo de su valor real.
Mientras, Gómez contraatacó proponiendo que si gobierna establecerá un impuesto a la banca que recaudará unos 2.100 millones de euros anuales, con los que se financiarán los servicios públicos. También insistió, una vez más, en que la presidenta quiere poner la salud de los madrileños en manos de las constructoras, "las culpables de la crisis". Y prometió un hospital en los terrenos de la cárcel de Carabanchel.
En clave municipal, Ruiz-Gallardón se reunión con las asociaciones de vecinos y se comprometió a poner en marcha 85 medidas, entre las que destaca la aprobación de 14 nuevos planes de barrio a ejecutar entre 2011 y 2012.
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