Este artículo se publicó hace 11 años.
El PP comienza la cuenta atrás para las europeas
Valcárcel, Arias Cañete o Mato, entre los posibles candidatos a eurodiputado frente a un Mayor Oreja que Rajoy quiere que se retire. Codazos en la calle Génova por ir en las listas.
El PP lleva tiempo revuelto, primero, por la incertidumbre sobre una crisis de Gobierno que no llega y que estaban seguros sus dirigentes de que iba a llegar, y segundo, por la certeza de que ésta se producirá -entonces sí- con el lanzamiento de la lista de los conservadores para las elecciones europeas de 2014, que se prevé cerrar después del verano. El PSOE concurrirá en una lista única europea, junto a sus socios socialdemócratas, pero el PP español tendrá la suya propia, muy probablemente, según muchos de sus compañeros, encabezada por el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. Miguel Arias Cañete, además, pretende hacerse -y Mariano Rajoy que lo haga- con un puesto de comisario en la futura Comisión. Experiencia europea no le falta a este madrileño de Jerez, que fue eurodiputado durante 12 años (1987 - 1999), y que, de regresar a Europa el año próximo, lo haría en el puesto de salida y en lugar de Jaime Mayor Oreja, al cual, a pesar de su deseo de continuar, en el PP lo dan por amortizado, añadiendo, además, que Rajoy tiene el "expreso deseo personal" de jubilarlo.
Quien sí parece que será incluido en las listas europeas es el presidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel. Según publicó el diario ABC el jueves y puesto que el también presidente del Comité de las Regiones (CdR) de la UE ya ha manifestado en varias ocasiones su intención de no repetir candidatura a la presidencia de Murcia, el PP ya tiene reservado un puesto para este barón autonómico en su lista de 2014. Valcárcel lleva más de 17 años como jefe del Ejecutivo regional (desde 1995), que ha revalido con mayoría absoluta desde la primera vez que accedió a la cabeza del Gobierno. El también presidente del PP de Murcia desde 1991 comenta constantemente a su entorno lo a gusto que se siente en la UE y lo mucho que le gustaría seguir allí. Rajoy, confirman en el PP, no se lo va a negar, después de la hoja de servicios que deja y a la que se añade haber aceptado ser candidato en 2011 cuando ya deseaba retirarse entonces.
La única que sí ha manifestado su intención de no formar parte de la lista europea es la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Ana Mato, a quien sí se ha situado en diversas ocasiones como candidata segura al europarlamento para alejarla de los focos que se centran en la trama Gürtel junto a su exmarido Jesús Sepúlveda, ha declarado públicamente y en la mesa de la portavoz del Gobierno, en La Moncloa, su deseo de seguir trabajando en el Ministerio de Sanidad, con el que los suyos aseguran que se siente muy implicada. Su fría relación con María Dolores de Cospedal, que la sacó del Comité Ejecutivo del PP cuando la presidenta de Castilla-La Mancha repitió nombramiento en la Secretaría General, en 2012, podría colocarla, sin embargo, en el puesto que no desea. Luis de Guindos ha sido otro de los nombres bien situados para encabezar la lista del PP a Europa, pero sus responsabilidades en momentos tan delicados -y porque Rajoy confía plenamente en su ministro de Economía y Competitividad y quiere que siga su trabajo hasta que se visualice la salida de la crisis, al menos-lo han descartado en pro de Arias Cañete. Además, sólo hay un puesto de salida y los dos tendrían que ir en él, razonan en el PP.
La 'tranquilidad' de la UELas elecciones al Parlamento europeo de 2014, contrariamente a lo ocurrido en anteriores convocatorias, son ahora mismo un destino disputado en las filas internas del PP, con un Gobierno y un partido asediados por la recesión interminable y la corrupción en su seno y en el de las instituciones, en general. Salir a dar la cara en Madrid o el resto de España se ha convertido en una carrera de obstáculos diaria para los altos cargos y dirigentes conservadores, que se enfrentan a preguntas incómodas de la prensa (cuando lo hacen) o al rechazo explícito (abucheos) o implícito (sondeos poco alentadores) de la opinión pública, cuando no se ven rodeados en sus propios domicilios por escraches de ciudadanos que reivindican su casa, su dinero estafado por los bancos o los corruptos, su derecho a la sanidad, a la educación y/o a la justicia. Con Alemania o sin ella, el PP considera la UE un destino tranquilo en estos momentos.
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