Portugal satisface a la troika bajando el sueldo de los funcionarios que cobren más de 600 euros
El Gobierno de Passos Coelho presenta los presupuestos para 2014 con más recortes a funcionarios y pensionistas y subiendo más impuestos al no cumplir con los objetivos por inyectar dinero a un banco
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Cobrar más de 600 euros en Portugal, siendo funcionario, implica una reducción del salario de entre el 2,5% y el 12% para el próximo año. Esa es la solución del Gobierno conservador de Pedro Passos Coelho para que el Estado ahorre gastos y cumpla con el objetivo de déficit que exige la Troika (BCE, CE, FMI) a cambio del rescate económico de hace dos años.
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El 5,5% es la cifra que pide la troika, pero el Gobierno luso prevé un 5,9% de déficit. Pensionista, funcionarios y todos los ciudadanos a través de los impuestos vuelven a pagar el rescate del sector financiero luso.
La ayuda estatal de 700 millones de euros que supuso la recapitalización del Banco Banif son las cuatro décimas que exigen los organismos internacionales. Esto no lo han dicho ni sindicatos ni los partidos de la oposición, sino la propia ministra de Finanzas, Maria Luís Albuquerque, que esta tarde ha justificado los pronósticos del déficit por esta inyección de dinero público para reforzar la solvencia del Banif, el quinto mayor grupo financiero de Portugal, y resaltó que si esa ayuda no se contabilizase en el déficit, el país cerraría con un 5,5%, como piden la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2014 que ha presentado este martes la titular de Finanzas lusa, Maria Luís Albuquer, contempla nuevos recortes para los trabajadores públicos y los pensionistas y agrava la carga fiscal con el aumento de algunos impuestos y la creación de otras imposiciones. Por ejemplo, la ministra contempla la creación de una tasa para los vehículos diesel, la suspensión de las pensiones vitalicias a políticos con rendimientos que sobrepasen los 2.000 euros al mes, así como una reducción del 3% de trabajadores en empresas públicas.
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Albuquerque explicó en conferencia de prensa las principales medidas de austeridad y las proyecciones macroeconómicas para 2014, entre las que destaca un leve crecimiento del PIB del 0,8%, un tasa de desempleo del 17,4% y un descenso de la deuda pública en relación al PIB del 126,7%. También que se debe recortar el 2,3% del PIB, 3.900 millones, para llegar al 4% de déficit en 2014.
Varios de estos ajustes, cuando sean aprobados por la mayoría absoluta de la coalición conservadora en el Parlamento, podrían ser sometidos a la fiscalización del Tribunal Constitucional, que ya ha anulado algunos recortes importantes en Portugal por considerarlo inconstitucionales, obligando al Gobierno a meter la tijera por otro lugar
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De hecho, todavía está pendiente conocer la decisión del Constitucional sobre el aumento de la jornada laboral de 35 a 40 horas semanales para los funcionarios o el recorte (cercano al 10%) en el valor de las pensiones de ex trabajadores públicos que superen los 600 euros.
El texto entregado hoy al Parlamento propone una batería de medidas fiscales, entre las que se incluye el incremento de impuestos sobre el tabaco, una mayor tasa en la compra de vehículos por parte de las empresas o la subida de la contribución extraordinaria que pagan los bancos por su pasivo, que pasa del 0,05 al 0,07 %.
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Los Presupuestos ideados por el Ejecutivo conservador del primer ministro Pedro Passos Coelho también recogen la idea de incrementar en un millar de inspectores la plantilla de la Autoridad Tributaria.
Para el próximo ejercicio prevén completar la privatización de Redes Energéticas Nacionales
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Asimismo, prevén para el próximo ejercicio completar la privatización de Redes Energéticas Nacionales (REN) y vuelven a proponer gravar las transacciones financieras, una medida ya prevista para este año y que no llegó a aplicarse.
El principal ajuste que incluye el documento, no obstante, es el del recorte del sueldo a los funcionarios, con un impacto estimado de 2.800 millones de euros de ahorro en las cuentas públicas, necesario para rebajar el déficit hasta el 4% comprometido con la Troika.
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Este objetivo fue acordado por las autoridades lusas con ambos organismos a cambio de su ayuda financiera, concretada en un préstamo de 78.000 millones de euros concedido en 2011 y del que Lisboa ya ha recibido casi el 90%.
Precisamente, para no necesitar un segundo rescate, Portugal necesita que bajen los intereses exigidos por los inversores para comprar su deuda, que todavía siguen muy altos pese a que su Gobierno ha seguido prácticamente a rajatabla las políticas de austeridad negociadas con la troika.
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Los Presupuestos elaborados por el Ejecutivo -que cuenta con mayoría absoluta en la Cámara para aprobar el texto- fueron hoy objeto de críticas por parte de la oposición de izquierdas, que considera que el país necesita abandonar el camino de austeridad seguido hasta ahora para retomar el crecimiento económico.