Este artículo se publicó hace 16 años.
Un policía subraya en el juicio a "Susper" que hay pruebas de que fue jefe militar de ETA
El etarra Juan Ibón Fernández Iradi, "Susper" fue jefe del aparato de reclutamiento de ETA y, con posterioridad, del militar, encargado de dar medios a los comandos para cometer atentados, según aseguró hoy el policía antiterrorista francés Laurent Hury.
Hury, experto en el terrorismo vasco dentro de la Policía francesa, compareció hoy como testigo en la quinta jornada del juicio que lleva a cabo el Tribunal Especial de lo Criminal de París contra "Susper" y el también etarra Antonio Agustín Figal Arranz por un tiroteo en noviembre de 2001 el que el gendarme Gérard Larroudé recibió ocho impactos de bala.
En la comparecencia hubo alusiones a los llamados "papeles de Susper", famosos porque en ellos figuraba el nombre en clave de decenas de colaboradores de la banda terrorista, así como las tareas que realizaban.
Incautados con motivo de la detención de Fernández Iradi en diciembre de 2002, esos documentos permitieron diferentes operaciones de las Policías francesa y española con numerosas detenciones.
La sesión de hoy estuvo centrada en analizar la acusación de que Fernández Iradi y Figal Arranz forman parte de la organización terrorista y, a ese respecto, el agente Hury hizo una recapitulación de acciones de la Policía francesa tras el tiroteo de noviembre de 2001 en Lucq de Bearn (sur) en el que el gendarme Larroudé resultó gravemente herido.
La localización y registró de coches robados y apartamentos ocupados por etarras permitió a los investigadores franceses determinar la presencia en ellos de los acusados "Susper" y "Biskor" gracias al hallazgo de pruebas de ADN.
En esos mismos coches y casas había también restos genéticos de otros detenidos en diferentes operaciones y de los que la justicia francesa y española han demostrado su pertenencia a ETA, lo que les vincula a los procesados en París.
Laurent Hury también explicó ante los siete magistrados que entre los materiales incautados a "Susper", aparte del listado de colaboradores, había un texto escrito tras la detención de Figal Arranz el 5 de diciembre de 2002 y de otros miembros del aparato de reclutamiento "arrantzale" (pescador).
En ese texto Fernández Iradi analizaba las causas del casi desmantelamiento de la estructura destinada a reclutar activistas, debido a "fallos de seguridad" y, según Hury, en el tono que un jefe de aparato emplea para informar a la dirección de la banda.
Asimismo, el agente antiterrorista aseguró que "Susper" asumió la jefatura del aparato militar tras la detención, en septiembre de 2002, del entonces responsable, Juan Antonio Olarra Guridi, de quien heredó los "papeles" internos que le fueron hallados.
A instancias de la fiscalía, Hury explicó que en ETA el jefe del aparato militar es el encargado de proponer acciones a la dirección ejecutiva de la banda, que es quien decide y, posteriormente, de dar al comando los medios materiales para el atentado.
Por su parte, la abogada de los procesados, Xantiana Cachenaut, cuestionó que algunos elementos sobre los que se basó la intervención del policía proceden de declaraciones de etarras en España y los comparó al mutismo con el que reaccionan los activistas cuando son detenidos en Francia.
En este punto intervino Figal Arranz para asegurar que la Justicia francesa no tiene en cuenta que "el noventa por ciento" de las imputaciones que se hacen proceden de declaraciones hechas en España "ante policías que luego son negadas ante un juez".
Afirmó que se debe a que la Policía española practica la tortura, mientras que "Susper" leyó una carta de Gorka Lupiáñez, detenido en diciembre pasado en Bérriz (Vizcaya) y en la que enumera supuestas torturas de los agentes españoles.
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