La Policía iraní detiene a cientos de reformistas seguidores de Musaví

Un centenar de seguidores del candidato reformista iraní Mir Husein Musaví, algunos de los cuales desempeñaron cargos de responsabilidad en el gobierno del ex mandatario Mohamed Jatamí, han sido detenidos, según ha declarado un dirigente opositor, Mohamed Alí Abtahi.

Los arrestados han sido acusados de promover las protestas de ayer en contra de la polémica reelección del presidente Mahmud Ahmadineyad, que logró el 64% de los votos entre numerosas sospechas de posible fraude.

Según dijeron fuentes de la oposición iraní, entre los detenidos destaca el ex viceministro de Asuntos Exteriores Abdula Ramezamzadeh, y el director general de la plataforma reformista "Frente de Participación", Mohsen Mirdamadi.

También está detenido el hermano del ex presidente Jatamí, Mohamed Reza Jatamí, destacado miembro del Frente, añadieron las fuentes.

Además, han sido llevados a prisión los periodistas pro reformistas Mustafa Tayezadeh y Dehzad Nabavi, y los políticos de la misma tendencia Amin Sadeh y Said Shariatí.

Las protestas fueron reprimidas con violencia por la Policía y los grupos Basij, que practicaron numerosas detenciones.

Algunos medios de prensa locales y extranjeros afirman que el propio Musaví está retenido en su domicilio, extremo que no se ha podido confirmar.

La mayoría de ellos se hallaban el día de las elecciones en la oficina del ex presidente Jatamí -que apoya a Musaví- asaltada con botes de humo por un grupo de milicianos islámicos Basij en el barrio de Queitarieh, en el norte de Teherán.

Según relataron los testigos, cuando la Policía llegó al lugar de los hechos retiró a los Basij pero no practicó detenciones, aunque algunos de ellos cargaron después contra la sede.

Los detenidos lo fueron después de que fueran señalados por los medios de prensa estatales como los organizadores de las protestas que el sábado estallaron en la capital contra el sorprendente triunfo electoral de Ahmadineyad.

Miles de personas se echaron a la calle al grito de "este no es mi voto" y "abajo el gobierno golpista" para exigir la anulación de los comicios después de que el propio Musaví se atribuyera la victoria y denunciara irregularidades.