Los Mossos dEsquadra seguían, al cierre de esta edición, buscando en Pineda de Mar (Barcelona) el cuerpo de una joven de 20 años cuyo novio, que ha sido detenido en Rumanía, ha confesado haberla asesinado.

Fuentes policiales explicaron ayer que la joven se encuentra desaparecida desde la semana pasada y que efectivos de este cuerpo iniciaron ayer una investigación para dar con el cuerpo.

Los familiares de la joven denunciaron su desaparición a mediados de la semana pasada y desde entonces los Mossos investigan su paradero, si bien no han facilitado ningún detalle más del caso puesto que el juez ha decretado el secreto de sumario.

Tras la confesión del detenido, los Mossos buscan el cuerpo entre la basura de la comarca del Maresme (Barcelona) acumulada en la incineradora de Mataró, a la que se ha prohibido quemar residuos por el momento. Los agentes de la Unidad Científica de la Policía autonómica también han recogido muestras de sangre de las paredes del edificio donde sucedieron los hechos y de los contenedores, que fueron precintados y sustituidos por otros nuevos.

La joven rumana vivía desde hacía un año y medio con su familia en Santa Susanna (Barcelona). Mantenía una relación sentimental con su asesino confeso. Ambos compartían vivienda, junto a otros compañeros, en el piso de la localidad de Pineda de Mar donde presuntamente tuvo lugar el crimen.

Por otro lado, en Sevilla, el Juzgado de lo Penal ha condenado a un subinspector de la Policía Nacional a dos años y tres meses de prisión por maltratar a su ex pareja, que también es funcionaria policial.

La sentencia del Juzgado número 1 también le ha impuesto la prohibición de portar armas durante dos años más. La denunciante era entonces jefa del Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Policía Nacional en Sevilla, encargada de ayudar a las víctimas de malos tratos. Ahora, la mujer será indemnizada con 50,13 euros, frente a los 34.000 pedidos en el juicio.