Este artículo se publicó hace 14 años.
Los píxeles del camaleón
León se reinventa cada fin de semana. Cargada de historia, pero con la mirada puesta en las últimas tendencias; colgada de su catedral y noctívaga hasta las tantas. Un lugar a medio camino de todo, y por eso mismo, ideal para escapars
De la misma manera que los colores de las vidrieras de la catedral se pixelaron hasta convertirse en la colorista fachada de su museo de arte contemporáneo, la ciudad se abre al visitante y le muestra las diversas caras que va adaptando según la cambiante luz de cada momento del día.
La nítida luz de la mañana resulta la perfecta compañera para un paseo por la ciudad. Recortada contra el azulísimo cielo, esa obra maestra del gótico español que es la catedral de León nos obliga a que nos quedemos parados unos instantes, contemplando su prodigiosa y armónica belleza. Una vez dentro el pasmo continúa. La nave central, las nervaduras de las bóvedas, el trascoro, el retablo mayor, la girola... todo resulta poderoso sin abandonar nunca un halo de misticismo. Y entonces levantamos la vista hacia las vidrieras... Acercarse a ellas, aún en proceso de restauración, es posible gracias a un sueño, El Sueño de la Luz, que permite subir de día o de noche a una plataforma elevada para vivir, por unos instantes, dentro mismo de la luz y del color.
Acabamos de iniciar el día y ya vamos de prodigio en prodigio. La basílica de San Isidoro esconde la sorpresa de unas excepcionales pinturas murales policromadas que cobijan y acompañan el Panteón de los Reyes. Numerosos sepulcros de reyes y reinas reposan bajo la mirada de numerosos personajes del Evangelio, del Santoral o del calendario agrícola que habitan esta especie de capilla sixtina del arte románico. Todo resulta excepcional y, sin embargo, si sólo existiera su Pantocrátor, también merecería la pena la visita.
Tomar unas cañitas o unos vinos en el Barrio Húmedo es conocer de primera mano León, tomándole su verdadero pulso.Y en un salto de siglos continúa el viajero hasta toparse con el aquelarre de curvas, materiales inesperados y colores imprevistos del genio de Gaudí. Porque hasta aquí llegó también el modernismo catalán. Evocando las fortalezas y castillos medievales de la recia historia del antiguo reino de León, dejó parte de su fantástica visión de la arquitectura en la Casa Botines, hoy sala de exposiciones de Caja de España.
Pero todavía las vanguardias dejan su permenente y velocísima estela en la ciudad en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y Léon, más conocido como MUSAC. Un gran espacio abierto a la creación actual que es también un laboratorio del arte del siglo XXI.
Si no hay tiempo para el tapeo, se saca. Es imperdonable no perderse por el acogedor laberinto de callecitas del antiguo barrio medieval. Tomar unas cañas o unos vinos en el Barrio Húmedo es conocer de primera mano León, tomándole su verdadero pulso. También el barrio Romántico ofrece numerosos lugares para tomar el aperitivo hasta la caída del sol. Las deliciosas y pródigas tapas harán que nos olvidemos de la hora de comer.
La tarde, antes de que decline, puede ser un buen momento para improvisar una pequeña escapada. En los alrededores de León, Valdevimbre muestra un horadado paisaje. Son más de 400 las cuevas excavadas en la tierra que hacen las veces de subterráneas bodegas. Algunas han sido reconvertidas en inesperados y laberínticos restaurantes.
De vuelta, aprovechamos las últimas luces del día para hacer acopio de los deliciosos y contundentes productos de la provincia: vinos de Bierzo, claretes de Valdevimbre, licor de cerezas de Cacabelos... Ah, y las inevitables mantecadas de Astorga, los nicanores del Boñar, los imperiales de La Bañeza...
El día ha sido largo y aún no ha terminado. La ciudad nos ofrece, como punto final del periplo, el lujo de su alta cocina resumida en una merecida cena. Vivaldi y Cocinandos tienen cada uno su estrella Michelin, y recomendarlos resulta poco arriesgado. Por fin tendremos unos momentos de reposo para rememorar los trajines y descubrimientos de un día completo en León.
Aunque a la salida, después de reposar la cena y de dar un paseo, habrá que tomar una copa en alguno de los pubs del barrio Húmedo o del barrio Romántico. Los soldados romanos del campamento de la Legio VII estarían encantados de darse una vuelta al final de su dura jornada y forzar la marcha sin descanso por cada bar, tasca y taberna que saliera a su paso, hasta ver las primeras luces del nuevo día tocando los pináculos de la catedral.
Más informaciónTurismo de León
Catedral de Santa María
Plaza de la Regla s/n.
Tel: 987 87 57 70.
Web: www.catedraldeleon.org
Basílica de San Isidoro
Plaza de San Isidoro, 4.
Tel: 987 87 61 61 (Museo).
Web: www.sanisidorodeleon.org
MUSAC. Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León
Avenida de los Reyes Leoneses, 24.Tel: 987 09 00 00.
Web: http://musac.esHoteles en León
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