Este artículo se publicó hace 17 años.
El piso, cerca del trasplante
La Federación Española de Trasplantados de Corazón gestiona cuatro apartamentos para acoger a pacientes
Su vida pende de un tubo de plástico transparente de unos 15 metros de largo. Mari Carmen no podría vivir sin él. Uno de sus extremos se diversifica en dos salidas que se meten en los orificios nasales de esta canaria de 61 años. La otra punta del tubo está conectada a una gran bombona metálica de donde cuelga una especie de botellita con agua burbujeante. Es el oxígeno líquido que desde hace tres años y medio mantiene con vida a Mari Carmen Izquierdo. Hasta que consiga un pulmón nuevo.
Esperar un trasplante de pulmón supone depender de oxígeno líquidoEn los hospitales canarios no se realiza el trasplante que ella necesita. Tiene una enfermedad que le ha destrozado un pulmón y parte del otro, "y mira que nunca fumé", recalca. Hace un año y 15 días que Mari Carmen tuvo que dejar su casa de Santa Cruz de Tenerife para trasladarse a Madrid. Desde entonces vive en uno de los dos pisos que la Federación Española de Trasplantados de Corazón (FETCO) alquila en Madrid para alojar a las personas que esperan un trasplante.
El piso soleado y espacioso que habita Mari Carmen está junto al intercambiador de la Avenida de América. Paga 12 euros diarios por una habitación con dos camas. La suya es eléctrica y tiene un colchón de látex. En la de al lado duermen su marido o su hija cuando la visitan. La cocina, el baño o la sala de estar los comparte con Daniel, otro tinerfeño, de su misma edad, que hace un mes fue trasplantado de un pulmón. Antes de volver a Tenerife Daniel tendrá que pasar unos meses acudiendo regularmente a rehabilitación.
Vivir condicionado
"Vivo amarrá a un cable", lamenta Mari Carmen, con el acento amable de su Tenerife natal. Pasa las horas pendiente de que una llamada de teléfono le avise de que su nuevo pulmón está en el Hospital. Mientras, hace ganchillo. Y acude regularmente al Hospital de Puerta del Hierro a hacer rehabilitación. "Practico 15 minutos de bici, también hago ejercicios con poleas y me enseñan a respirar bien, con diferentes técnicas", explica.
"Les entrenan para que cuando se les trasplante el pulmón la adaptación sea más fácil", interviene Ángel García. Es el presidente de la Asociación de Trasplantados del Corazón de Madrid y se preocupa de que en los dos pisos que gestiona su asociación (miembro de la FETCO) todo funcione bien. Ángel tiene contacto casi diario con Mari Carmen y con los otros pacientes en su misma situación. Se nota que hay confianza y cariño cuando la ayuda a expresarse: "Como casi no se mueve, pierde masa muscular y la rehabilitación intenta evitar que la pierdan por completo, si no, cuando tenga un nuevo pulmón no podría volver a hacer vida normal", explica sin dejar de mirar a Mari Carmen. "Mira qué piernas se me han quedado", asiente ella. Mari Carmen apenas sale a la calle, porque depende del oxígeno líquido las 24 horas del día "hasta cuando me ducho", recalca. Tiene una mochila, pero sólo le da autonomía cuatro horas.
La Federación de Trasplantados de Corazón tienen otro piso en Madrid, cerca de la plaza de Castilla. "Son alquilados", explica el presidente de la asociación madrileña. El Instituto de la Vivienda Madrid (IVIMA) se los ha alquilado, y la Obra Social Caja Madrid les subvenciona las posibles obras para adecentar el piso o la compra de muebles. La FETCO también tiene un piso en Sevilla y otro en Valladolid. De la gestión de éstos se ocupan las asociaciones de las respectivas comunidades autónomas. El funcionamiento es similar, si no idéntico.
Mari Carmen se enteró de que existían estos pisos por el hospital de Tenerife donde la trataban desde hace "unos 13 años". Según explica "Voy a pedir a los Reyes magos un pulmón nuevo", dice Mari CarmenÁngel, son los trabajadores sociales de los hospitales los que contactan con la asociación y les proponen candidatos para ocupar los pisos. "En la mayoría de los casos los que conviven en un mismo piso se llevan muy bien", sonríe. Mari Carmen echa de menos a su familia: "Mi hija trabaja y viene en cuanto puede. Y mi marido [que es albañil] ahora está arreglando un cuarto de baño y no se puede escapar a verme", baja la intensidad de la voz. Su compañero de piso, Daniel, también está solo, así que ella le espera para comer. "Voy a hacer unas papas con carne, pero le esperaré a que vuelva del hospital, que hoy tiene rehabilitación", explica.
Un transplante difícil
"Estoy ya desesperadita", confiesa Mari Carmen. "He tenido tan mala suerte", asegura. Es muy difícil conseguir un pulmón que pueda ser trasplantado. Además, el grupo sanguíneo de Mari Carmen es 0 negativo, poco común. Unas 130 personas esperan en toda España un trasplante de pulmón. Según el cálculo que el ministerio de Sanidad elaboró en 2005, la media de días de espera para recibir un pulmón nuevo es de 225 días. Supera de largo el tiempo de espera de un corazón (63 días) o de un hígado (156). Mari Carmen dice que va a pedir "a los Reyes Magos" que le traigan un pulmón nuevo. "Pídeselo a Papá Noel", la anima Ángel, "a ver si te lo trae antes".
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