Pirueta contable de Gallardón

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha seguido, al menos en parte, el consejo que la semana pasada le dio la presidenta regional, Esperanza Aguirre, para reducir su abultadísima deuda (7.145 millones de euros), en vista de que el Gobierno central no le deja pedir más créditos. Como le aconsejó Aguirre, Gallardón venderá activos; en concreto, y según adelantó ayer el diario Cinco Días, el consistorio prevé desprenderse antes de fin de año de su 51% en Mercamadrid. Pero todo quedará en casa: el comprador es la empresa Madrid Espacios y Congresos (Madrideyc), que pertenece al consistorio. La operación, calificada ayer de "maniobra financiera" por la oposición, proporcionará 190 millones a las exhaustas arcas madrileñas.

El importe acordado supone un importante sobreprecio respecto al valor contable de esa participación, que, según fuentes al tanto del proceso, no supera los 50 millones. El precio "sale de un estudio de valoración propio", según explicó ayer a Público el presidente de Mercamadrid (también máximo responsable de Madrideyc), Luis Blázquez.

"El que tiene que valorarlo es el ayuntamiento, que tiene su intervención y sus técnicos, que lo han aceptado", añadió. Según Blázquez, Madrideyc afronta la compra en una posición cómoda, dado que su deuda sólo supone un 25% de sus fondos propios. La empresa estatal Mercasa, el otro accionista de Mercamadrid, no se plantea vender su parte.