Este artículo se publicó hace 13 años.
Petros Márkaris cree que "el crédito es la nueva forma de dopaje social"
Para el escritor griego Petros Márkaris, la máxima marxista de que la religión es el opio del pueblo ha dejado de tener validez, y está convencido de que el nuevo dopaje social son los créditos bancarios.
Márkaris, en una entrevista con Efe en la que ha hablado de su nueva novela, "Con el agua al cuello", editada por Tusquets en castellano y catalán, ha dicho que a la facilitad de lograr créditos en los últimos años en su país él le llama "dopaje".
"Todo el mundo está dopado. Si el objetivo es hacerte rico en el mínimo tiempo posible, eso es dopaje, y las drogas erosionan el organismo, y eso es lo que ha ocurrido en Grecia", ha añadido el autor griego, creador del inspector Jaritos.
"Con el agua al cuello" es un nuevo caso del comisario Jaritos, de la policía de Atenas, en el que se producen varios asesinatos de banqueros de forma truculenta: el asesino utiliza una espada medieval con la que rebana el cuello a sus víctimas de un solo tajo.
Con este recurso, Márkaris ha querido contraponer los banqueros, representantes del éxito social, a un arma medieval: "Una espada es un arma arcaica", remacha el escritor, para resaltar la paradoja de estos crímenes.
Esos banqueros representan el nuevo orden económico para Márkaris, porque está convencido de que "el capitalismo, tal y como lo hemos conocido hasta ahora, ha firmado su acta de defunción. Lo que se impone ahora es el sistema bancario", ha dicho.
En la novela, uno de los personajes es un antiguo atleta griego que se hizo rico recurriendo al dopaje para lograr sus éxitos deportivos y que ahora está postrado en una silla de ruedas, una metáfora de la Grecia actual, postrada en una profunda crisis económica a la que Márkaris no le ve la salida.
"Estamos pasando por una auténtica tragedia -ha aseverado el escritor-. Estamos inmersos en una recesión profunda y no existe una salida clara del túnel".
Márkaris se muestra autocrítico con su país, pero tampoco se muestra muy convencido de la ayuda europea: "No niego -ha dicho- que la mayor parte de la tragedia sea culpa nuestra, pero la intervención europea no ha mejorado las cosas. Han aplicado medidas severas y las cosas van de mal en peor".
La degradación de la vida cotidiana en Grecia la resume Márkaris con varios datos: "El número de suicidios ha aumentado en un 24% durante la crisis y hay gente que tiene miedo de salir a la calle, incluso para comprar, por el temor a la delincuencia".
La brutal crisis de su país es el trasfondo de "Con el agua al cuello", aunque también podría afirmarse que es casi un personaje fantasmal que está presente a diario en la vida de millones de griegos, si bien, como es habitual en Márkaris, los personajes tratan de combatirla en la medida de lo posible recurriendo al sentido del humor, la última esperanza de los que tienen pocas esperanzas.
No se olvida Márkaris de los sufrimientos a causa de la crisis de otros países como España. Jaritos muestra su solidaridad con nuestro país y, cuando tiene que comprarse un nuevo coche, opta por uno de la marca Seat, a pesar de que sus compañeros policías le insisten en que se decante por una marca asiática.
"Con el agua al cuello" es la primera parte de una trilogía dominada por la crisis económica. La próxima semana aparecerá en Grecia la segunda parte, en la que los banqueros y su ingeniería financiera son sustituidos por un inspector de Hacienda.
Márkaris ha confesado que tiene una buena relación con su personaje: "El primer café del día siempre me lo tomo con Jaritos. Él me cuenta sus planes, a quién va a interrogar, qué pistas tiene sobre el caso, y luego yo lo escribo".
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