¿Por qué unos reos se quedarían a custodiar su propia cárcel? ¿Cuánto de ideología puede haber en un traje? ¿Es un buen negocio haber conocido al Che? ¿Por qué unos aficionados se animarían a secuestrar a su propio equipo de fútbol? ¿Por qué unos viejitos de La Habana vigilan una estatua de John Lennon? ¿Quién es el último rey negro?Estas son algunas de las preguntas que obsesionaron en su día al periodista Álex Ayala. Un total de 13 interrogantes que si bien a primera vista pudieran parecer anecdóticos trascienden y se convierten en una excusa para hablar de temas tan universales como el poder, las ansias de libertad o la dignidad humana. 13 crónicas recopiladas en el volúmen Los mercaderes del Che que publica hoy Libros del K.O., editorial madrileña empeñada en recuperar el libro como formato periodístico.En tiempos en que las fuentes están, cada vez más, formadas por profesionales de la comunicación, resulta gratificante encontrar un puñado de textos periodísticos donde las comillas las ponen mindundis y desheredados. Retratos de lo cotidiano contados sin ínfulas y a cámara lenta. Ayala desentierra del olvido 13 testimonios de algunos de los episodios más relevantes de la historia de suramérica. Es el caso de la crónica que da nombre al libro, donde con trazo pausado el autor describe a las gentes que pululan por Vallegrande, el pueblo en el que exhibieron al mundo el cuerpo inerte del guerrillero Che Guevara, y por La Higuera, el lugar en el que lo mataron a sangre fría. Un microcosmos que encontró en el merchandising entorno a la figura del guerrillero su forma de vida."Ayala fusiona el reporterismo callejero con el escritor que madura sus historias", explica su editor“Ayala no sólo se centra en reproducir lo que escucha. Tiene cierta vocación por lo literario, fusiona el reporterismo callejero con el escritor que madura sus historias y le da importancia a la forma”, explica Emilio Sánchez Mediavilla, cofundador de la editorial que tras leer uno de sus reportajes por la web no dudó en contactar con el autor y sugerirle la posibilidad de distribuir sus historias en España. “Tiene un toque de reportero de toda la vida con piezas muy bien documentadas, se nota que se acerca a los sitios. Un tipo de periodista que según los parámetros actuales sale a la calle a perder el tiempo”.Sólo así, “perdiendo el tiempo”, se consiguen ver las historias que hay detrás de la Historia y a las personas como seres de carne y hueso y no únicamente como fuentes. Testimonios de vida como el de Antonio García Barón, perdedor profesional del lado de los republicanos en la Guerra Civil, junto a los franceses en la Segunda Guerra Mundial y con judíos, homosexuales, pensadores y otros prisioneros en Mauthausen. Un periplo vital de hambre, muerte y desolación que finaliza en una ignota aldea de la Amazonía boliviana. O la del sastre de Evo Morales, modisto que durante 30 años ha vestido a los presidentes de Bolivia, tanto a los de izquierda como a los de derecha.Periodismo de orfebrería el que propone Ayala y del que Libros del K.O. se hace eco en sus publicaciones. Periodismo “sin prisas, sin limitación de espacio, sin necesidad de consultar obsesivamente el reloj de la actualidad”, ese es el objetivo que persigue esta joven editorial que cumple un año y que lo celebrará en breve con el lanzamiento de la traducción de The gang that wouldn’t write straight, de Marc Weingarten, obra clave del Nuevo Periodismo.