Este artículo se publicó hace 14 años.
Pekín accede a igualar el tratamiento de las empresas europeas con las chinas
El Gobierno chino accedió a igualar el tratamiento de las empresas europeas con las chinas, independientemente de dónde estén registradas las patentes de sus productos, en las negociaciones de hoy durante el tercer Alto Diálogo Económico y Comercial entre China y la Unión Europea (UE).
Así lo expresó el comisario europeo de Comercio, Karel de Gucht, en una rueda de prensa hoy en Pekín, al término de la cita.
Hasta la fecha, Pekín regía mediante una polémica ley denominada de "innovación indígena", que favorecía a las empresas chinas y excluía a las compañías foráneas que no habían registrado su trabajo en el país.
Las empresas y las cámaras de comercio extranjeras en China mantienen desde hace años que Pekín protege demasiado la industria doméstica, que se beneficia de su competencia internacional gracias a la permisividad oficial en asuntos como los derechos de propiedad intelectual o la censura.
"No habrá más relación entre el acceso a los concursos públicos y el origen de los derechos de propiedad intelectual", remarcó el embajador de la UE en China, el francés Serge Abou.
El vicepresidente de la Comisión Europea y jefe de la delegación de los Veintisiete en el diálogo, Joaquín Almunia, consideró que los beneficios potenciales de este acuerdo son muy notables para las empresas europeas, que "ya no estarán discriminadas".
Por otro lado, Europa también avanzó en la exploración de un acuerdo bilateral de inversiones con el país asiático, que actualmente ascienden a 13.900 millones de euros, y que se empezará a negociar en 2011.
Otro de los asuntos tratados en el encuentro de hoy en la capital china fue la exportación de tierras raras -vitales para las industrias militar y tecnológica-, y cuyo suministro aseguró Pekín para el año próximo.
China, que concentra un 97 por ciento de la producción mundial de tierras raras, anunció recientemente que reducirá las exportaciones de estas materias en 2011, lo que desató la preocupación de los países occidentales.
La situación macroeconómica y los problemas financieros y de deuda soberana de algunos países de la zona euro también tuvieron amplio protagonismo en la reunión, en la que China, por medio del viceprimer ministro Wang Qishan, apoyó las medidas tomadas por Europa para atajar la crisis.
"Europa tiene un cierto grado de dualidad: la recuperación económica está en proceso, pero tenemos problemas con la deuda soberana", reconoció el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn.
La semana pasada, los países de la zona euro acordaron la creación un fondo permanente para hacer frente a las crisis de deuda soberana que puedan ocurrir a partir de 2013, cuando expira el mecanismo temporal aprobado en mayo tras el rescate "in extremis" de Grecia.
En los últimos meses, el régimen comunista se posicionó públicamente a favor de la ayuda a Grecia y Portugal. Almunia agradeció la firmeza del apoyo de Pekín, aunque no mencionó cifras concretas de la compra china de deuda europea.
China es el segundo mercado mundial para Europa, mientras que la UE es el primer importador de productos chinos: en los once primeros meses de 2010, el comercio bilateral creció un 33 por ciento y alcanzó los 433.900 millones de dólares (329.400 millones de euros).
Almunia descartó que el incremento de las exportaciones europeas a China se deba a la pérdida de valor del euro y atribuyó la mejora al auge de la economía china, cuyo PIB vuelve a crecer este año por encima del 10 por ciento.
El vicepresidente de la Comisión también anunció que la próxima edición del Alto Diálogo Económico y Comercial entre la UE y China se celebrará en Bruselas en una fecha sin precisar de 2011.
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