El pintor navarro Pedro Salaberri ha presentado hoy los cuatro óleos sobre la obra de Jorge Oteiza con los que se estrena el programa "Interpretaciones", que la Fundación Museo Jorge Oteiza ha puesto en marcha para que autores actuales aporten su visión sobre la figura del artista oriotarra.

Se trata de un programa nuevo que nace con la intención de que cuatro artistas por año, a razón de una exposición temporal por trimestre, muestren en el Museo de Alzuza su revisión de la obra de Oteiza, lo que propiciará un "diálogo" entre la obra original, la interpretación actual de estos artistas y el publico, una iniciativa en la que, además de Salaberri, colaborarán este año José Miguel Corral e Iratxe Montero.

Así lo ha señalado en conferencia de prensa el director del Museo Jorge Oteiza, Gregorio Díaz Ereño, quien ha subrayado que cada artista puede aportar una o varias obras "a este diálogo, a este homenaje, siempre como pequeñas perlas que buscan la simplicidad, limpieza y sobre todo la interrelación espiritual con la obra de Jorge Oteiza".

"El artista interpreta con toda libertad lo que a él le genera el edificio, la obra, la figura y el pensamiento" de Oteiza, de forma que "son preguntas, respuestas, análisis, reflexiones íntimas que el artista invitado quiere compartir con el público, de forma que el Museo lo acoge y lo arropa con esa intercomunicación basada también en el silencio", ha invitado el director del museo.

El director general de Cultura, Pedro Luis Lozano, a su vez secretario del Patronato de la Fundación Museo Jorge Oteiza, ha valorado que la iniciativa "es una oportunidad de abrir el museo, la figura y la obra de Oteiza a otras interpretaciones", algo a lo que se presta porque su obra "es rica y da mucho juego".

En cuanto a la aportación de Salaberri, que se mostrará desde hoy hasta finales de junio, se trata de la serie "señales", cuatro óleos en los que revisa algunas de las obras de Oteiza, entre ellas el "Homenaje al Padre Donosti" en el monte de Agiña, de la que el pintor pamplonés ha recordado que su descubrimiento hace años "fue una revelación que conservo vivísima en la memoria".

"Para mí fue una revelación. Ese monolito fue como la piedra Roseta", ha dicho para explicar que hasta ese momento todas las esculturas que conocía atraían la atención sobre ellas mismas, pero la de Oteiza en Agiña lo hacía sobre el lugar donde se asentaba, "revelaba y hacía evidente todo lo que tenía cerca".

Fue entonces cuando Salaberri pensó en Oteiza como una persona "que ponía jalones en el camino", que advertían "a los que iban a venir después que alguien había pasado por allí", una circunstancia que le gustaría también protagonizar, pues su ilusión "sería que mis cosas sirvieran a otros como las de otros me han servido a mí".

En cuanto a las otras tres obras de Oteiza sobre las que Salaberri ha trabajado, la unión es que "todas tienen que ver con la geometría", ha señalado el pintor pamplonés, quien ha incidido en la "enorme satisfacción" que le ha reportado este trabajo, pues Jorge Oteiza es "un escultor genial y poder hacer un pequeño homenaje dentro del museo es una satisfacción enorme".

Además, ha considerado que la iniciativa de que autores actuales revisen la obra de Oteiza hace "más rica" la labor de museos monográficos como éste, a los que "les conviene conectarse con la época".