El Partido Demócrata celebró la asamblea constituyente y proclamó líder a Veltroni

El Partido Demócrata (PD), nacido de la fusión de los Demócratas de Izquierda (DS, ex comunistas) y la centrista Margherita, celebró hoy en Milán (norte) su primera asamblea constituyente, en la que fue proclamado líder el alcalde de Roma, Waltre Veltroni, que expresó su apoyo a Romano Prodi.

En medio de los sones de la canción "Mi fido di te" (Confío en tí) del cantante pop Jovanotti, el presidente del Gobierno y del nuevo partido, Romano Prodi, proclamó secretario general del PD a Veltroni, quien emocionado lo primero que hizo fue reiterarle el apoyo del PD, que se configura como el más importante de coalición gubernamental La Unión

Veltroni, de 52 años, se mostró convencido de que La Unión, a pesar de que en el Senado sólo saca dos senadores a los conservadores lo que la coloca en dificultad, seguirá gobernando y que Silvio Berlusconi, el líder de la oposición, tendrá que conformarse "con seguir siendo candidato" al Gobierno.

El flamante líder del flamante partido subrayó que Italia está "enferma" y que esa enfermedad es "la crisis del sistema democrático" y que por ello es necesario que todas las fuerzas políticas se unan para cambiar el sistema, comenzando por el electoral y las reformas constitucionales.

Veltroni hizo un llamamiento a los otros partidos para que todos juntos, "de una vez por todas", hagan las reformas, precisando que "no puede funcionar un país en el que quien gana hace en solitario las reformas que quiere".

El alcalde de Roma abogó por una sola Cámara legislativa (actualmente son dos, la Cámara de Diputados y el Senado), menos parlamentarios y mayor poder al primer ministro.

Romano Prodi, el gran impulsor del PD, aseguró durante su intervención que ejercerá un papel de "garante" y no de gestión activa y exhortó a trabajar para lograr el 33 por ciento de los consensos, "como los grandes partidos europeos".

Prodi aseguró que su Gobierno corre "menos riegos de lo que la gente puede pensar", en referencia a que se da por hecho que caerá en fechas próximas, debido a la debilidad de La Unión en el Senado y a la fuerte discrepancia interna entre los aliados y las peleas entre ministros.

A la primera reunión de la Asamblea Constituyente asistieron 2.853 compromisarios (la mitad son mujeres) elegidos en las elecciones primarias del pasado 14 de octubre.

De los constituyentes del PD, la edad media es de 46 años; el 24 por ciento tiene menos de 40, el diez por ciento menos de 30 y cinco aún no son mayores de edad.

En esas primarias votaron algo más de 3,5 millones de italianos (3.554.169), que pagaron un mínimo de un euro para ejercer ese voto.

Walter Veltroni logró el 75,82 por ciento de los votos, mientras que el resto se lo repartieron los demás candidatos (Rosy Bindi, el 12,9 por ciento; Enrico Letta el 11,02 por ciento; Mario Adinolfi el 0,17 por ciento y Piergiorgio Gawronski el 0,07 por ciento).

El mayor número de constituyentes, con los datos anteriores, corresponde a las listas que apoyaron a Veltroni (2.321, de los 2.853).

Como número dos del partido fue elegido Dario Franceschini, hasta ahora dirigente de La Margherita. Veltroni era uno de los líderes del DS, el grupo heredero del desaparecido Partido Comunista.

En esta primera jornada se nombraron tres comisiones, cada una compuesta por un centenar de personas, cuyo objetivo es preparar los estatutos del PD.

Tras la reunión de Milán, la Asamblea Constituyente proseguirá los trabajos en otras ciudades de Italia.

El PD ha nacido con vocación de poner fin a la fragmentación política que vive Italia, donde existen 88 partidos, de los que una treintena tiene representación parlamentaria.

De La Unión forman parte, hasta ahora, 16 partidos, y del centro derecha que lidera Berlusconi, 14.

Veltroni ha animado a los conservadores a dar un paso similar, formando un gran partido.

Silvio Berlusconi, que calificó hoy al PD como "un matrimonio por el interés, que regulariza la convivencia entre los ex democristianos y los poscomunistas", ve con buenos ojos la idea de un partido único entre los partidos de centro derecha.