Este artículo se publicó hace 13 años.
La parroquia oficiará misas en el deambulatorio al quedar la cripta inutilizada
La parroquia de la Sagrada Familia oficiará de forma provisional las misas en el deambulatorio del ábside, desde el altar donde está el Sagrario, al quedar temporalmente inutilizada la cripta tras el incendio que ayer provocó un hombre que entró a robar objetos del templo.
En declaraciones a Efe, el sacerdote de la parroquia de la Sagrada Familia, Lluís Bonet, ha explicado que su objetivo es que esta misma noche puedan ya celebrar la misa en el deambulatorio, al que los feligreses podrán acceder desde la puerta de Getsemaní, en la Fachada de la Pasión.
La parroquia de la Sagrada Familia celebraba desde hace un año y medio todas sus misas diarias en la cripta del Templo, que ha quedado totalmente ahumada tras el incendio que ayer quemó casullas, mobiliario, libros y un altillo de madera de la pequeña sacristía subterránea, junto a la cripta, aunque no afectó ni al valioso patrimonio de Gaudí ni a la estructura de la basílica.
Según el párroco, la cripta, que aún huele a quemado, ha quedado ennegrecida por el humo y además se ha quedado sin luz porque el cuadro eléctrico ha quedado totalmente chamuscado.
La cripta, que ahora quedará inutilizada durante un período indeterminado de tiempo hasta que se pueda volver a restaurar, acogía desde Navidades de 2009 las misas diarias de la parroquia del barrio de la Sagrada Familia después de ser objeto de obras de rehabilitación durante años.
Durante el período de obras de rehabilitación de la cripta, las misas se habían oficiado, casi durante tres años, en la parte posterior a la fachada de la Pasión.
Para facilitar la entrada de los feligreses al nuevo escenario provisional de las misas, ubicado detrás del altar principal, el párroco supervisaba esta mañana los trabajos que unos operarios están llevando a cabo para vallar la nueva entrada desde la puerta de Getsemaní.
El objetivo del párroco Lluís Bonet es que esta misma noche ya se pueda celebrar la primera misa desde el altar del Sagrario, ubicado detrás del altar principal, en la zona semicircular formada por siete capillas que hay cercando el deambulatorio del ábside.
Pese al incendio de ayer, los feligreses del barrio no se han saltado la misa matutina de hoy, que de forma excepcional se ha improvisado en la sala -también gaudiniana- de la parroquia, un espacio poco propicio para este tipo de celebraciones, ya que está ocupada casi en toda su extensión por una gran mesa.
En esta habitación, más parecida a un comedor o una sala de reuniones, figuran colgadas de las paredes varias fotografías del gran incendio que la basílica sufrió el 20 de julio de 1936, en el inicio de la Guerra Civil.
Según el párroco, ambos incendios no son equiparables, porque el de ayer apenas ha tenido consecuencias reales, mientras que el de 1936 destruyó muchas partes estructurales y además quemó abundante mobiliario original de Gaudí.
Bonet, que hoy ha recibido la visita de varios feligreses que iban a interesarse por el estado de la cripta, no dudaba a la hora de enviarles un mensaje de consuelo: "en el mundo hay cosas peores, hay gente que sufre mucho más que nosotros".
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