El Papa reconoce la "falta de fe" en la Iglesa como causa en el caso de abusos a menores

El Papa ha aludido a la "falta general de fe" en la Iglesia como una de las causas de la "falta de respeto por la persona humana" que se ha dado en los casos de pederastia cometidos por miembros de la institución católica.

Según el Vaticano, "se necesita una reflexión teológica más profunda sobre este tema" así como el "mejoramiento de la preparación humana, espiritual, académica y pastoral tanto de los candidatos al sacerdocio y a la vida religiosa como de todos aquellos que ya han sido ordenados"

Así lo detalla el comunicado oficial que el Vaticano ha hecho público al término de la larga e intensa reunión que los prelados irlandeses mantuvieron ayer y hoy con el Papa, para abordar el escándalo a raíz de la publicación de los informes Ryan y Murphy , que denuncian los abusos y maltratos sufridos por cientos de niños en parroquias y colegios católicos de Irlanda enre 1975 y 2004, así como la complicidad del Estado y los responsables eclesiásticos, que trataron de encubrir a los culpables.

"Todos los presentes reconocieron que esta grave crisis ha conducido a una pérdida de confianza en los líderes de la Iglesia y ha dañado su testimonio del Evangelio y su enseñanza moral", detalla la nota.

En la nota, el Vaticano reconoce el "fracaso de las autoridades de la Iglesia irlandesa" que durante "muchos años" no supieron "actuar de modo efectivo para afrontar los casos de abusos sexuales a niños cometidos por algunos clérigos y religiosos irlandeses" y ha expresado el compromiso de cooperar con la justicia irlandesa para afrontar el caso.

El Papa resaltó que "los abusos sexuales a niños y jóvenes no sólo son un crimen atroz sino que ofenden gravemente a Dios y hieren la dignidad de la persona humana que ha sido creada a imagen suya".

Los obispos, que en el transcurso de la reunión ofrecieron sus observaciones y sugerencias sobre el tema, "hablaron francamente sobre el dolor, el enfado, la traición, el escándalo y la vergüenza que les habían expresado en numerosas ocasiones aquellos que habían sufrido abusos".

Por otro lado, aseguraron que en el presente "miles de voluntarios laicos preparados y dedicados" están trabajando en las comunidades para garantizar "la seguridad de los niños en todas las actividades de la Iglesia", remarcando que si bien "no hay duda de que en el centro de la crisis hay errores de juicio y omisiones, también se están tomando medidas significativas" para solucionar la situación.