El papa Benedicto XVI aseguró hoy durante la audiencia general que la reconstrucción de Europa no es posible "sin una renovación ética y espiritual basada en las raíces cristianas".

Benedicto XVI dedicó la audiencia general de hoy celebrada en la plaza de San Pedro ante 22.000 fieles, según datos del Vaticano, a la figura de San Benito de Nursia, elegido patrón de Europa por el papa Pablo VI en 1964.

La reflexión sobre la figura de San Benito llevó al Papa a indicar que Europa, "que acaba de salir de un siglo profundamente herido de dos Guerras Mundiales y tras la caída de las dos grandes ideologías vividas como trágicas utopías, sigue a la búsqueda de su propia identidad".

El Pontífice señaló que para "crear una unidad nueva y duradera son importantes los instrumentos políticos, económicos y jurídicos, pero además se necesita suscitar una renovación ética y espiritual basada en las raíces cristianas del continente" y añadió que, sin ello, "la reconstrucción de Europa es imposible".

Según el Papa, sin esta renovación ética y espiritual "el hombre está expuesto al peligro de sucumbir a la antigua tentación de querer redimirse a sí mismo" y caer así, "como explicaba Juan Pablo II, en las utopías del siglo XX, que llevaron a Europa a una vuelta atrás sin precedentes en la atormentada historia de la humanidad".

Por otra parte, el Papa describió la vida y obra de San Benito de Nursia, padre del monacato benedictino y la vida monástica medieval de Europa, quien "ejerció un influjo fundamental en el desarrollo de la civilización y cultura europea", aseguró.

De su obra, el Pontífice destacó la "Regla", escrita en el año 547 y que "contiene indicaciones no sólo para sus monjes sino para todos los que buscan una guía en su camino hacia Dios".