Pakistán recrudece la ofensiva antitalibán a pesar del éxodo
Más de 360.000 personas han huido de los combates en los últimos días
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El Ejército de Pakistán intensificó ayer su ofensiva contra los talibanes en el valle de Swat a pesar del éxodo masivo de población que ésta ha causado, con cerca de 360.000 personas desplazadas en los últimos días.
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El ministro de Interior, Rehman Malik, fijó en 700 el número de talibanes muertos a manos del Ejército, 54 de ellos abatidos en las últimas 24 horas. Las Fuerzas Armadas, por su parte, han sufrido 20 bajas.
La mayoría de los reporteros han abandonado el valle de Swat y es difícil confirmar de forma independiente las cifras gubernamentales. El Gobierno no ha dado datos de las bajas civiles que pueda estar causando el conflicto.
"La operación está siendo un éxito y continuará hasta que el último talibán sea expulsado", afirmó Malik. "Están huyendo", añadió.
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Ayer, un coche bomba mató a dos soldados y a ocho civiles en un control de carretera a las afueras de Peshawar, la principal ciudad del norte del país. Ningún grupo se atribuyó la autoría del atentado, aunque el norte vive una ola de violencia y ataques suicidas desde hace dos años.
La gran ofensiva fue lanzada por el Ejército el pasado jueves y es vista como una prueba para determinar si Pakistán fuertemente presionado por un Estados Unidos harto de la influencia de los talibanes paquistaníes en la vecina Afganistán, es capaz de controlar a la insurgencia talibán.
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Los aviones siguen bombardeando los distritos del valle mientras la asustada población permanece recluida en sus casas en cumplimiento del toque de queda impuesto.
Miles de personas aprovecharon el levantamiento temporal del toque de queda decretado durante nueve horas el domingo para huir con algunas pertenencias.
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"Esto no se va acabar en una o dos semanas. Estamos hablando de una crisis de desplazados con visos de prolongarse", advirtió el jefe de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), Manuel Bessler.
Ante la creciente preocupación internacional sobre el futuro de los desplazados, el primer ministro Yusuf Faza Gilani dijo en una comparecencia ante la Asamblea Nacional que el Gobierno organizará una conferencia de donantes para recaudar fondos que ayuden a la población desplazada.
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Las 360.000 personas que han huido recientemente se unen a otras 600.000 que ya lo habían hecho a raíz del incremento de los combates desde agosto. Las cifras pueden ser mayores, ya que los 360.000 incluyen sólo a quienes se han registrado.
Hay 20.000 personas viviendo en campos de desplazados. Muchas personas que han huido se han quedado con familiares o han alquilado habitaciones.
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La nueva ofensiva sigue a la ruptura del acuerdo de paz alcanzado en febrero con los talibanes de Swat, que aprovecharon la tregua para avanzar a distritos vecinos como Dir, Shangla y Buner, éste último a sólo 100 kilómetros de Islamabad.
El alto comisionado de la ONU para los Refugiados, Antonio Guterres, hizo ayer un llamamiento urgente para ayudar a los cientos de miles de desplazados paquistaníes que huyen de los combates entre el Ejército y los talibanes. “Muchos de ellos llegan con apenas lo que cargan sobre sus espaldas”, dijo Guterres.
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Guterres anunció la puesta en marcha de un puente aéreo para transportar material humanitario al noroeste del país. Se llevarán 120 toneladas de material de ayuda, 14.000 toldos de lona, 10.000 mosquiteras y otro material por valor de 584.000 dólares.El Gobierno ha abierto tres nuevos campos para desplazados en los distritos de Mardan y de Swabi, y la Cruz Roja, un cuarto campo. Se está evaluando la posibilidad de abrir otros campamentos.