La ONU pide el alto el fuego en Sri Lanka
Se pone del lado del Gobierno y critica las "actividades terroristas" de los Tigres tamiles, a la vez que reclama colaboración con las ONG
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El Consejo de Seguridad de la ONU exigió hoy a los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE) que depongan las armas, renuncien al terrorismo y accedan a poner fin al sangriento conflicto que vive Sri Lanka. "Exigimos al LTTE que deponga inmediatamente las armas, renuncie al terrorismo y permita que la ONU evacúe a la población civil y que se una a un proceso político que ponga fin al conflicto", dijo el presidente de turno del Consejo de Seguridad, el embajador mexicano Claude Heller, a la salida de una reunión del órgano.
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Sus quince miembros también instaron al Gobierno ceilanés a que permita el acceso de las organizaciones humanitarias a la marea de desplazados que en los últimos tres días han logrado abandonar la zona de los combates, apuntó. Heller trasladó la profunda preocupación del Consejo por la situación humanitaria que se vive en la región del norte de Sri Lanka en la que el Ejército tiene acorralado a la guerrilla tamil.
"Los miembros del Consejo de Seguridad instamos a las partes, incluido el Gobierno de Sri Lanka, a respetar sus obligaciones bajo el derecho internacional y permitir el acceso a los afectados por los combates", afirmó el embajador mexicano.
Refugiados tamiles en un centro de ayuda humanitaria. AFP
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Añadió que el máximo órgano de la ONU "condena con firmeza al LTTE, una organización terrorista, por el uso de civiles como escudos humanos, y no permitirles la salida de la zona de combate". Heller expresó la posición del Consejo de Seguridad después de que sus miembros celebraran una reunión sobre la situación en Sri Lanka de carácter informal, porque el conflicto en la isla no forma parte de la agenda oficial de ese órgano.
Rusia y China respaldan el argumento del Gobierno ceilanés de que la guerra interna en su país no supone una amenaza a la paz y la seguridad internacionales.
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En el encuentro de hoy, el Consejo fue informado por Vijay Nambiar, jefe de gabinete del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, sobre los intentos del organismo por socorrer a las víctimas del conflicto.
Nambiar les explicó los resultados de su viaje la semana pasada a Colombo, en el que se entrevistó con el presidente del país, Mahinda Rajapaksa, para expresarle la preocupación de Naciones Unidas por la suerte de estos civiles.
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Tras la reunión, el Consejo resaltó su firme apoyo a las gestiones del secretario general, la importancia del papel de la ONU en la atención a las víctimas del conflicto y la necesidad de que el Gobierno ceilanés respalde la labor del organismo. En ese mismo sentido, la embajadora de EEUU ante la ONU, Susan Rice, dijo que su Gobierno está "consternado" porque los civiles que han conseguido huir del reducto controlado por los Tigres tamiles no han recibido una ayuda adecuada, debido a las restricciones impuestas por Colombo a los organismos humanitarios y la prensa internacional.
"El hecho de que la ONU, la Cruz Roja y los medios de comunicación no tengan un acceso adecuado es inaceptable", aseguró. Rice también advirtió de que los ataques efectuados por fuerzas de ambos bandos a los civiles que huyen de la violencia es una violación del derecho internacional.
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La ONU ha lanzado en Sri Lanka un llamamiento urgente para recabar fondos para atender las "necesidades críticas" de los más de 170.000 tamiles desplazados por la guerra, recluidos en campamentos gubernamentales.
El "éxodo repentino" de más civiles tamiles -unos 103.000, según las autoridades- ocasionado por la ofensiva que el Ejército ceilanés lanzó este lunes contra el último reducto de la guerrilla en el norte del país requiere de nuevos recursos urgentes, alertó la ONU en un comunicado difundido en su página web.
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Sólo en los campamentos de Vavuniya (norte), se hacinan 80.000 personas y las agencias humanitarias se afanan por dar ayuda a "multitud de personas cansadas y hambrientas".
"He visto niños con disentería, niños y mujeres malnutridos, heridas sin atender y gente vestida con harapos", dijo en Colombo el coordinador humanitario de la ONU en Sri Lanka, Neil Buhne, al hacer su llamamiento.
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Buhne recordó que la ONU había pedido en abril 155 millones de dólares para atender al número creciente de personas que huían de los combates en Sri Lanka, pero no ha obtenido ni un tercio de esa suma. "Muchas de estas personas fueron expulsadas de sus hogares por los combates hace más de un año y es casi un milagro que hayan sobrevivido a semejante calvario", dijo el responsable de la ONU.
"Necesitamos asegurar que no se pierden más vidas atendiendo sus necesidades inmediatas", además de ayudarlos a "ponerse en pie de nuevo" y regresar algún día a sus hogares, añadió.
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En vista del hacinamiento que se está produciendo en los campos de desplazados -175.714 personas, según Defensa-, la ONU reclamó al Gobierno que disponga de más tierra y edificios públicos para estas personas.