Este artículo se publicó hace 13 años.
La ONU aprueba la zona de exclusión aérea en Libia
Las operaciones militares para impedir que los aviones de Gadafi prosigan los bombardeos podrían empezar en pocas horas. El dictador amenaza a la comunidad internacional
Una explosión de júbilo recorrió ayer la plaza de la Justicia de Bengasi cuando miles de sublevados contra el poder tiránico de Muamar Gadafi supieron que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas había aprobado por fin la zona de exclusión aérea en Libia. Una medida dirigida a evitar los bombardeos, que quizás impida el baño de sangre con el que el déspota amenazó ayer a los rebeldes.
Con diez votos a favor, cinco abstenciones (las de Brasil, Rusia, China, Alemania e India) y ningún voto en contra, el órgano ejecutivo de la ONU sancionó el inicio de las operaciones militares en Libia. Una intervención que, según fuentes diplomáticas francesas citadas por Reuters, podría empezar en sólo “unas horas”.
Según el texto, Naciones Unidas podrá tomar “todas las medidas necesarias”, en otras palabras, intervenir militarmente, para “defender a la población civil” de los ataques de Gadafi.
La resolución descarta crear una fuerza de ocupación pero habla de un llamamiento a un alto el fuego inmediato, como solicitó Rusia, y de un endurecimiento de las sanciones impuestas al régimen de Gadafi a finales de febrero. En concreto, cita la congelación de las cuentas del petróleo libio y del banco central del país.
La votación se celebró al final de la tarde de ayer (medianoche en España). Entre los países que se abstuvieron, India deploró el uso de la fuerza, mientras que Alemania anunció que “no contribuirá” a la decisión de Naciones Unidas.
“Hoy el Consejo de Seguridad ha contestado al grito de ayuda de la población libia”, dijo la embajadora estadounidense ante la ONU, Susan Rice. “La resolución autoriza el uso de la fuerza” contra las tropas de Gadafi y sus mercenarios, subrayó Rice. La primera de estas acciones podría ser el bombardeo de las baterías antiaéreas libias.
El texto de la ONU descarta el envío de una fuerza de ocupación
El texto pudo discutirse gracias al cambio de postura de EEUU. El deterioro de la situación y el avance de Gadafi convencieron a Washington para que abandonara su cautela a favor del plan propuesto por Francia, Reino Unido y Líbano.
Uno de los temas clave de las negociaciones fue la participación árabe. La declaración a favor de la zona de exclusión aérea por parte de la Liga Árabe el pasado sábado fue crucial en el cambio de postura de Washington. Pero las naciones de la zona deberán “hacer algo más que respaldar” la resolución, declaró una fuente diplomática estadounidense a Reuters, un extremo que reafirmó el ministro de Asuntos Exteriores francés, Alain Juppé.
La resolución endurece el embargo de armas y las sanciones
Poco antes de que se iniciara la votación, Gadafi dio rienda suelta a su odio amenazando con atacar la capital rebelde en una grabación emitida por televisión: “Llegaremos esta noche [por ayer] y no habrá compasión. Registraremos casa por casa y cualquiera que tenga un arma será considerado un enemigo”. Por la mañana, sus aviones habían atacado el aeródromo de Benina, cerca de Bengasi. Puede que ese bombardeo sea el último.
Un Gadafi amenazador comparó ayer su futura entrada en la capital rebelde con la que hizo en Madrid al final de la Guerra Civil española otro tirano: Franco.
El dictador libio trató ayer de disuadir con más amenazas a la ONU para que no aprobara la zona de exclusión aérea. El régimen libio advirtió de que “cualquier acto militar” en su contra tendrá como consecuencia “ataques defensivos” contra “los barcos o aviones que crucen el Mediterráneo, sean civiles o militares”.
Muchas víctimas entre los civilesAbdelkarim Mohamed es un médico de la ciudad de Ajdabiya, citado por la cadena Al Yazira, que ayer confirmó que de los 26 cuerpos que ha examinado desde el martes, la mayoría eran de civiles muertos bajo el fuego de la artillería o los bombardeos del régimen.
El derecho internacional recoge como uno de los supuestos considerados “crímenes de guerra” el hecho de “dirigir intencionalmente ataques contra la población civil en cuanto tal o contra civiles que no participen directamente en las hostilidades”.
Ibrahim Dabbashi, el número dos de la embajada libia en la ONU, ahora unido a los rebeldes, ha advertido del riesgo de “genocidio” si Gadafi logra capturar Bengasi.
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