Este artículo se publicó hace 16 años.
La OCDE trabaja para reducir el costo político de las medidas contra el cambio climático
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) trabaja en la creación de las condiciones para "reducir el costo político" de las medidas que hay que adoptar para combatir el cambio climático, señaló hoy su secretario general, Ángel Gurría.
La OCDE "trabaja en un marco para reducir el costo político de las medidas que se imponen" para limitar el calentamiento de la Tierra a un nivel que se pueda gestionar, declaró Gurría en la primera de las dos jornadas del foro de la organización que se celebra en París y cuyo tema este año es el cambio climático, el crecimiento y la estabilidad.
Precisó que esa misión conlleva explicar al mundo que "es posible" un dispositivo para mitigar el cambio climático "desde el punto de vista técnico, económico y político", y requiere entre otras cosas poder establecer comparaciones internacionales y tener en cuenta ejemplos de otros países.
Reconoció que hace falta "un trabajo pedagógico" que alcance en primer lugar a los políticos, el mundo de los negocios o los medios de comunicación.
A juicio de Gurría, en primer lugar "hay que asegurar que el carbono cuesta dinero" para que los mecanismos económicos puedan actuar para favorecer la reducción de las emisiones causantes del calentamiento global, y eso exige eliminar las subvenciones a los combustibles, que generan un efecto de distorsión.
Además, "hacen falta mecanismos innovadores para repartir el costo", entre países ricos y países pobres, de la adaptación a un nuevo régimen energético, argumentó.
A ese respecto, insistió en que si no se toman medidas en los países emergentes -donde se espera el mayor incremento de la demanda energética-, las políticas de mitigación del cambio climático no serán eficaces.
Y, por otra parte, muchos de esos países no tienen los recursos necesarios para poner en marcha esas políticas, y deberán recibir transferencias tecnológicas.
Gurría subrayó la urgencia porque "si se pospone la decisión, al final costará más".
Recordó que el objetivo es limitar el calentamiento global a dos o tres grados para 2050, un horizonte que estará determinado por las decisiones que se tomen ahora.
El secretario ejecutivo de la Convención de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Yvo de Boer, se mostró por su parte convencido de que se logrará un acuerdo internacional sobre la cuestión, y señaló que el objetivo es lograr un compromiso "eficaz", "equitativo" y "económicamente viable".
De Boer advirtió de que "no abordar ahora el cambio climático costará muy caro", y aludió al informe de Eduard Stern, según el cual la inacción en este terreno podría amputar el PIB mundial en cinco puntos anuales en el futuro.
Afirmó que para llevar adelante las medidas necesarias no hacen falta subvenciones, sino nuevas orientaciones de política económica que marquen una nueva dirección a las inversiones.
En la misma mesa redonda igualmente intervino el príncipe Alberto de Mónaco, quien puso el acento en que "hay urgencia para reaccionar y cambiar nuestros sistemas energéticos" porque "cuanto más tarde nuestra reacción, más costoso será".
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