Los obispos debatieron su apoyo a la huelga y decidieron no hacerla

Los obispos españoles no harán huelga el 29-S contra el Gobierno. Es más, ese día la cúpula de la Conferencia Episcopal estará reunida en la primera sesión de curso de la Comisión Permanente, que se prolongará entre los días 28 y 30 de septiembre.

Después de que los responsables de Pastoral Obrera de la Archidiócesis de Sevilla mostraran el miércoles su total apoyo al paro y animaran a secundarlo ("como un derecho de los trabajadores y una medida justa y legítima" para la defensa de sus derechos), fuentes episcopales negaron que la jerarquía vaya a posicionarse ante la convocatoria. Y el propio Arzobispado, dirigido por Juan José Asenjo obispo íntimamente ligado al cardenal Rouco Varela, dio ayer marcha atrás. Emitió una nota en la que negaba que el prelado conociera el "documento interno" de Pastoral Obrera. Un documento, añadía la nota, que "no representa la postura oficial de la Iglesia en Sevilla, que no se identifica con opciones políticas concretas".

El silencio es absoluto hacia el exterior, pero la Conferencia Episcopal ha estado debatiendo internamente su postura en este espinoso asunto. Fuentes consultadas por Público aseguran que el pasado jueves, durante la reunión del comité ejecutivo del Episcopado, algunos obispos plantearon la necesidad de un posicionamiento que, finalmente, no se produjo. Pese a la petición de muchos católicos pertenecientes al mundo obrero, no es factible una declaración episcopal al respecto.

Como en tantos otros temas, la división entre la feligresía y los obispos respecto a la huelga general resulta evidente. De entre los obispos, únicamente el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz considerado uno de los prelados más conservadores de España, afirmaba que "quienes convocan la huelga tienen sus razones, las van exponiendo a la sociedad y eso es legítimo", aunque evitó hacer más consideraciones "por responsabilidad y discreción: No tengo una palabra precisa que decir".

A diferencia de la calculada ambigüedad del Episcopado, otras instituciones eclesiásticas, como buena parte de las delegaciones diocesanas de la Pastoral Obrera y, sobre todo, la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), del que surgieron muchos de los primeros dirigentes de la actual CCOO, sí se han posicionado a favor de la huelga del 29-S.

A medida que se aproxima el día de la huelga general, los sindicatos van elevando el tono de su discurso. Ayer, ante una asamblea formada por 1.500 trabajadores en Santiago de Compostela, los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Férnandez Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, advirtieron al Gobierno de que, "tarde o temprano", se verá "obligado" a cambiar la reforma laboral. Además, pidieron a Zapatero que "haga memoria" para recordar que no hay "ninguna huelga perdida".

Por su parte, el colectivo de los trabajadores autónomos de Madrid y la Unión Progresista de Fiscales anunciaron ayer su adhesión al paro. El que no secundará la convocatoria será el sindicato mayoritario de los controladores aéreos, USCA.