Este artículo se publicó hace 13 años.
La obesidad aumenta el riesgo de sufrir una hemorragia posparto
Por Will Boggs
La obesidad duplica el riesgode tener una hemorragia posparto atónica, según confirma unestudio sueco publicado en la revista Obstetrics & Gynecology.
"A partir de estos resultados, deberíamos considerar el usoprofiláctico posparto de los uterotónicos en las mujeres obesasmórbidas", dijo la doctora Marie Blomberg, de la Universidad deLinkoping.
Sus resultados surgen del Registro Médico de Nacimientos deSuecia, que incluye más de 1 millón de nacimientos de bebés nogemelos.
Al dividir a las madres en seis categorías por índice demasa corporal (IMC), el riesgo de tener una hemorragia pospartode más de 1.000 mililitros en las tres categorías más altas fueentre un 8 y un 13 por ciento más alto que en las trescategorías inferiores (por ejemplo, en las mujeres con pesonormal).
Las mujeres con un IMC de entre 30 y 34,9 corrían un 14 porciento más riesgo de hemorragia posparto que el grupo con pesonormal. Ese aumento llegó al 47 por ciento en las mujeres conun IMC de entre 35 y 39,9, y al 114 por ciento en el grupo conun IMC de 40 o más.
El riesgo de tener una hemorragia por laceraciones aumentósólo en las mujeres con IMC de 30 a 34,9 (un 11 por ciento) yde 35 a 39,9 (un 30 por ciento).
Las mujeres con sobrepeso (IMC de 25-29,9) tenían un 10 porciento más riesgo de hemorragia atónica y un 8 por ciento másriesgo de sangrado por laceraciones.
Sólo en las mujeres con sobrepeso y las mujeres con IMC de35 a 35,9 (obesidad) creció significativamente el riesgo detener una hemorragia asociada con la placenta retenida.
El uso de fármacos similares a la heparina aumentó a medidaque crecía el IMC, pero eso no estuvo asociado con un mayorriesgo de sufrir una hemorragia posparto.
El parto con instrumentos casi duplicó la probabilidad detener una hemorragia luego del nacimiento, mientras que lainducción del trabajo de parto elevó un 43 por ciento eseriesgo.
"Esta información muestra la necesidad de realizar elmanejo activo de la placenta después del parto. El riesgo detener una hemorragia después del parto vaginal varía si lamujer es obesa o delgada", dijo Blomberg.
"Sería muy útil estudiar la duración de la primera y lasegunda etapa del trabajo de parto en las mujeres obesas ycompararla con la de las mujeres con peso normal paradeterminar si la contractibilidad del útero varía entre losgrupos", añadió.
FUENTE: Obstetrics & Gynecology, septiembre del 2011
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