Este artículo se publicó hace 15 años.
Obama ve consenso en el G-20, mientras Francia está insatisfecha
Por Caren Bohan y Sumeet Desai
El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo el miércoles que existe un "enorme consenso" entre los países más desarrollados y las economías emergentes en torno a los planes para sacar al mundo de la recesión más profunda desde la década de 1930.
Obama minimizó cualquier diferencia con Francia y Alemania, que insisten en que la cumbre del Grupo de los 20 países industrializados y en vías de desarrollo que se celebra el jueves en Londres acuerde medidas para ajustar la regulación financiera y actúe con firmeza contra los paraísos fiscales, en lugar de simplemente renovar sus promesas de hacerlo.
En las calles de la capital británica, decenas de manifestantes se enfrentaron con policías antidisturbios y rompieron las cristaleras de oficina bancarias en el centro financiero de Londres en protesta contra un sistema que acusan de saquear a los pobres para beneficiar a los ricos.
Obama, en su primera visita oficial a Europa, dijo que las naciones del G-20 no se pondrán de acuerdo en todos los puntos, pero descartó que la cumbre vaya a fracasar por la división entre los países acerca de la importancia de la regulación frente a los nuevos planes de estímulo económico.
"La noción central de que el Gobierno debe tomar algunas medidas para responder a la contracción de los mercados globales y que deberíamos promover el crecimiento, eso no está en discusión", dijo Obama en conferencia de prensa junto con el primer ministro británico, Gordon Brown.
"Por el lado regulatorio, esta noción de que de alguna manera están aquellos que impulsan la regulación, y otros que resisten la regulación, está desmentida por los hechos", agregó.
Se prevé que la economía mundial se contraiga este año por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial y decenas de millones de personas están perdiendo sus empleos.
El ministro de Finanzas de Egipto dijo que hay gente que morirá en los países más pobres del mundo si los más ricos les dejan de lado en su intento por escapar de la crisis económica global.
COMPROMISOS FALSOS
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, amenazó con desvincularse de cualquier "compromiso falso" que se haga en la cumbre, el segundo encuentro de ese tipo entre líderes mundiales para tratar de resolver los problemas creados por la restricción del crédito.
La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que apoya la postura de Sarkozy y que buscará que salgan decisiones concretas de la cumbre.
Ambos celebraron una rueda de prensa conjunta en la que Merkel indicó que espera que creen "una nueva constitución para los mercados financieros", para cumplir lo acordado en Washington en noviembre de que ninguna institución de quedaría sin control y sin la transparencia adecuada.
Pero muchos analistas decían que ambos están haciendo gestos para sus propios votantes.
La oficina de Sarkozy dijo que tanto Brown como el presidente de Francia ratificaron su respaldo a un aumento de la regulación financiera en una conversación telefónica.
Los dirigentes del G-20 se reunirán con la reina Isabel II en el Palacio de Buckingham y posteriormente tendrán una cena de trabajo preparada por el famoso chef Jamie Oliver en Downing Street, la residencia del primer ministro.
Brown, anfitrión de la cumbre, dijo que es probable que haya acuerdos sobre cuestiones como un posible impulso de 100.000 millones de dólares para la financiación del comercio, la regulación financiera y el respaldo al crecimiento económico, además de la creación de empleos.
También se espera que los jefes de Estado dupliquen con creces los 250.000 millones de dólares que tiene disponibles el Fondo Monetario Internacional para ayudar a los países de mercados emergentes en problemas.
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