Este artículo se publicó hace 15 años.
Obama se reunió con asesores para hablar de Afganistán
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunió durante casi dos horas el lunes por la noche con asesores de alto rango para debatir sobre Afganistán, mientras estudia si envía miles de soldados estadounidenses más al país asiático.
No hubo información inmediata respecto a si se alcanzó una decisión en el consejo de guerra realizado en una sala subterránea de la Casa Blanca, al que entre otros asistieron el vicepresidente Joe Biden, la secretaria de Estado Hillary Clinton, y el secretario de Defensa Robert Gates.
Esta fue la novena reunión de este tipo durante el proceso en el que Obama evalúa si enviar un contingente de 40.000 efectivos a la guerra en Afganistán, que comenzó tras los ataques del 11 de septiembre del 2001 y está colmando la paciencia de la sociedad estadounidense.
Funcionarios estadounidenses y diplomáticos occidentales dijeron que esperan un anuncio de Obama la próxima semana, antes de una reunión de la OTAN el 7 de diciembre en Europa, en la que miembros de la alianza podrían acordar el envío de miles de efectivos adicionales.
La Casa Blanca no ha dado la fecha específica en la que se hará el anuncio, pero el portavoz de la Casa Blanca Robert Gibbs dijo previamente que "la primera fecha posible sería en algún momento de la próxima semana".
Actualmente hay 110.000 soldados extranjeros, entre ellos 68.000 estadounidenses, desplegados en Afganistán para enfrentarse a la insurgencia talibán.
Obama ha estado revisando la estrategia de guerra durante los últimos dos meses, después de que el general del Ejército Stanley McChrystal, el máximo comandante estadounidense en la zona de combate, dijese en un informe que las condiciones se están deteriorando y que se necesitaban 40.000 efectivos más.
La Casa Blanca está preparando un informe detallado de la nueva estrategia tras el anuncio, en el que incluirá el testimonio ante el Congreso de Gates, el almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto, y McChrystal.
ESTADOUNIDENSES DIVIDIDOS
Se cree que los principales asesores de seguridad nacional de Obama, entre ellos Gates y Mullen, han dado su respaldo a la propuesta de enviar entre 30.000 y 40.000 soldados y entrenadores adicionales.
Obama afronta presiones contradictorias en el tema de Afganistán, en momentos en que la opinión pública estadounidense está dividida en torno al envío de soldados.
Los republicanos del Congreso insisten en que se necesitan más fuerzas para evitar un resurgimiento talibán, mientras que los demócratas quisieran ver a Estados Unidos encontrando la manera de salir de Afganistán.
El ex vicepresidente Dick Cheney dijo en un programa de radio conservador que Obama estaba tardando mucho en tomar una decisión.
"La demora no es gratuita (...) Cada día que pasa plantea dudas en las mentes de nuestros amigos en la región sobre qué vamos a hacer, plantea dudas en las mentes de los soldados", afirmó.
Gibbs defendió al presidente.
"Esta es una decisión complicada (...) Yo creo que el pueblo estadounidense quiere que el presidente se tome el tiempo para adoptar la decisión correcta, en lugar de tomar una apresurada", respondió.
Los veteranos legisladores demócratas David Obey, jefe del comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes, y Carl Levin, jefe del comité de Servicios Armados del Senado, han propuesto la imposición de un "impuesto de guerra" para pagar por el envío de los soldados.
Un sondeo de Washington Post-ABC News mostró la semana pasada que el 46 por ciento de los estadounidenses está a favor de enviar un gran número de soldados para luchar contra los insurgentes y entrenar al Ejército afgano, mientras que un 45 por ciento apoya el envío de un número más pequeño de nuevas fuerzas, dedicadas más exclusivamente al entrenamiento.
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