El presidente electo de EE.UU., Barack Obama, dejó entrever que muy pronto se acabará el misterio de la próxima mascota de la Casa Blanca, ya que está a punto de escoger el perro que prometió a sus hijas Sasha y Malia durante la campaña.

"Estamos muy cerca. Esto ha sido más difícil que encontrar a un secretario de Comercio", bromeó Obama en una entrevista con la cadena televisiva ABC, difundida hoy.

Las niñas han reducido sus opciones y, según Obama, se decantan entre un Labradoodle, o mezcla de labrador con caniche, o un sabueso portugués, ambos de porte mediano.

"Es un perro mediano y ahora empezaremos a buscar en los albergues para ver si los encontramos", dijo Obama, en la entrevista grabada el sábado en el "Newseum", mientras las niñas recorrían el museo periodístico en Washington.

La mayor parte de la entrevista estuvo centrada en las prioridades políticas y económicas del futuro presidente, quien, además, dijo que aún no ha escogido la iglesia a la que asistirá su familia.

La selección de la mascota presidencial creó gran expectación entre la opinión pública estadounidense, tanto que el propio Obama en una ocasión dijo jocosamente que elevó el tema a la categoría de "asunto de Estado".

Durante su primera rueda de prensa, el pasado 8 de noviembre, Obama explicó que, en todo caso, la mascota presidencial debía ser compatible con la alergia de la pequeña Malia y provenir de un refugio para canes abandonados.

De inmediato, el presidente electo recibió recomendaciones en los foros de internet y hasta ofertas prácticamente de todo el mundo.