Este artículo se publicó hace 15 años.
Obama pierde su apuesta olímpica
La arriesgada apuesta política del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no logró llevarse el oro a casa el viernes, cuando el Comité Olímpico Internacional rechazó su atractivo personal y descartó la candidatura de Chicago para celebrar los Juegos Olímpicos de 2016.
El presidente, cuya personalidad tranquila le ha valido el mote de "No drama Obama", se salió de ese molde al hacer una visita repentina de Washington a Copenhague para presionar en favor de la ciudad donde pasó gran parte de su vida adulta.
Obama y su esposa Michelle llevaron su potencia mediática a la capital danesa ignorando a los opositores republicanos que afirmaron que era un mal momento para ir, con los retos de política exterior en Irán y Afganistán, y el Congreso inmerso en un debate nacional sobre la reforma del sistema sanitario.
"Os pido que elijáis Chicago. Os pido que elijáis América", dijo a los miembros del comité Michelle Obama.
"Si lo hacéis, si hacemos este camino juntos, entonces os prometo esto: La ciudad de Chicago y los Estados Unidos de América harán al mundo sentirse orgulloso", añadió su marido.
Pero todo fue para nada, ya que Chicago quedó eliminada en la primera ronda de votaciones, una decisión que dejó boquiabierto al contingente estadounidense en la reunión de Copenhague.
Río de Janeiro ganó la votación dos rondas después, tras la eliminación de Tokio y la derrota de Madrid en la votación final.
"Una salida temprana golpea a Chicago", afirmó el titular de la página web del Chicago Tribune.
El presidente del Comité Nacional Republicano, Michael Steele, se mostró despiadado en sus críticas al presidente demócrata, en un comunicado publicado antes de la decisión y el día en que la tasa de paro del país subió al 9,8 por ciento, el máximo de 26 años.
"Mientras el presidente Obama viaja a Copenhague para llevar los Juegos Olímpicos de Verano a su ciudad natal dentro de siete años, en casa los estadounidenses temen cada vez más que no vayan a tener un trabajo dentro de siete meses, al ver a más y más de sus vecinos y amigos perder sus trabajos hoy", afirmó Steele.
¿DURARÁ EL IMPACTO?
El politólogo de la Universidad de Virginia Larry Sabato comentó que no cree que el asunto persista en el tiempo.
"Es un lío político clásico que se desvanecerá rápido", dijo. "Creo que en realidad señala un problema que están teniendo los republicanos, que es centrarse en la infelicidad y el desacuerdo que tienen con Obama. En la política tienes que ser capaz de quejarte por las cosas adecuadas", señaló.
El asesor jefe de Obama, David Axelrod, defendió el viaje del presidente diciendo que no era una gran inversión en tiempo y que había tenido ocasión de reunirse con el general Stanley McChrystal, que había pedido tropas adicionales para Afganistán en contra de los deseos de muchos demócratas.
"Si el presidente no hubiera ido, habrían dicho que tenía que haber ido. Ésa es sólo la naturaleza del negocio", añadió el asesor.
Axelrod dijo a la CNN que no veía la votación como un "repudio al presidente o a la primera dama", porque era un proceso competitivo y el COI tiene su propia política interna, como el hecho de que un ex presidente del organismo, Juan Antonio Samaranch, lideraba la candidatura de Madrid.
"Estoy seguro de que esas relaciones significan algo", dijo.
La reunión de Obama y McChrystal a bordo del Air Force One en Copenhague podría ayudar al presidente a responder a las críticas de la oposición de que había hablado con el general, su principal mando militar en Afganistán, una sola vez por teléfono antes de lanzar una nueva estrategia que contempla una larga guerra.
En un principio, el viaje no estaba previsto, pero el presidente cambió de opinión cuando quedó claro que los líderes de las demás ciudades candidatas asistirían a la votación. Obama recibió las malas noticias en su avión de camino a Washington.
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