Este artículo se publicó hace 16 años.
Obama, a menos de 50 delegados de conseguir la candidatura presidencial
Barack Obama necesita menos de 50 delegados para conseguir la candidatura demócrata, una cifra que se reducirá mañana en Montana y Dakota del Sur, los estados que clausuran el proceso de primarias y donde hay 31 delegados en juego.
La senadora Hillary Clinton, que está a 200 delegados de la candidatura, sufrió un duro revés el sábado cuando el Partido Demócrata decidió levantar parcialmente la sanción impuesta a Florida y Michigan por adelantar sus primarias.
Los estados podrán enviar a sus 368 delegados a la convención del partido en agosto en Denver (Colorado), pero cada uno tendrá sólo medio voto y no pleno poder de voto como pedía Clinton.
La ex primera dama ganó en Florida y Michigan, aunque ni ella ni Obama hicieron campaña en los estados y el senador afroamericano ni siquiera incluyó su nombre en las papeletas de Michigan.
Clinton confiaba en una decisión favorable que le permitiera presentarse como la líder en el voto popular y atraer así a su campo a los "superdelegados" -personalidades y funcionarios electos del partido- que todavía no han revelado sus preferencias.
Unos 200 de los alrededor de 800 superdelegados no han hecho todavía público su voto.
Pero los observadores adelantan que una vez concluidas mañana las primarias, los "superdelegados" empezarán a dar el "sí" a Obama.
"Creo que es más que probable que en una o dos semanas el senador Obama tenga suficientes votos para reclamar la nominación", afirmó ayer en declaraciones a la prensa el senador demócrata Carl Levin.
Los analistas políticos pronostican que pese a la negativa de Hillary a tirar la toalla, su salida está a la vuelta de la esquina.
"Esto está llegando al final", dijo a Efe Erwin Hargrove, profesor de la Universidad Vanderbilt (Tennessee), quien consideró que a estas alturas está "claro ya" que Clinton no puede ganar la nominación.
El único interrogante todavía en el aire es si la senadora decidirá recurrir la decisión del comité, que distribuyó los delegados de Florida en función del porcentaje del voto obtenido por cada candidato, pero optó por una fórmula distinta en el caso de Michigan que ha dejado insatisfechos a los partidarios de Clinton.
Harold Ickes, uno de sus asesores, indicó que la ex primera dama podría recurrir la decisión en el caso de Michigan, pero por el momento Clinton no ha echado más leña al fuego.
"Espero que se retire con gracia", afirmó Hargrove.
El apelar los resultados en el caso de Michigan no ayudaría a Hillary a conseguir la candidatura y sí contribuiría a agudizar las divisiones ya existentes en la formación política.
Todo indica que Obama ganará mañana en Montana y Dakota del Sur, dos estados al oeste del país escasamente poblados, con un porcentaje significativo de indios americanos que han dejado claro su apoyo al senador afroamericano.
La cita con las urnas concluye exactamente cinco meses después de que arrancara el proceso de primarias en Iowa.
Clinton era entonces la favorita a hacerse con la candidatura, pero Obama sorprendió con un poderoso mensaje de cambio y una campaña bien organizada que dio frutos sobre todo en los "caucus", asambleas populares en las que los asistentes votan a mano alzada.
Para Fred Grenstein, profesor emérito de la Universidad de Princeton (Nueva Jersey), la victoria de Obama en los "caucus" de Iowa fue "de una importancia crucial" porque estableció su atractivo con un amplio espectro de votantes.
La reñida lucha entre Obama y Clinton se tradujo, en opinión de Grenstein, en una "carrera fascinante".
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