Este artículo se publicó hace 14 años.
La nuera del poeta afirma que "hay mucho por estudiar de la obra de Miguel Hernández"
"Hay mucho por descubrir y por estudiar de Miguel Hernández", según su nuera, Lucía Izquierdo, quien desea que los objetivos del centenario del nacimiento del poeta, que se conmemora este año, tengan continuidad en el tiempo, mediante la divulgación de su obra en los centros docentes.
"Cuanto más se le estudia y más conoces su obra, más te impresiona, porque cada vez descubres algo nuevo, algo diferente. Esto quiere decir que su poesía y su persona no están todavía bien estudiadas", sostiene Izquierdo en una entrevista a EFE.
Poeta generoso, del pueblo, de la sencillez, del compromiso con los idearios de izquierdas, Miguel Hernández es el literato universalmente conocido por "Perito en Lunas", "El Rayo que No Cesa" o "Vientos del Pueblo", y por su relevante participación en el bando republicano durante la Guerra Civil española.
Pero, sin embargo, muy pocos saben que era un apasionado de la fotografía, escritor de guiones de cine, fundador de los principales periódicos y emisoras de radio de la época, y un autodidacta genial en manualidades como la papiroflexia y la madera.
"Fabricaba con sus manos juguetitos de impresionante belleza para su hijo y que, en muchas ocasiones, eran robados por los celadores de la prisión donde estaba encarcelado Miguel Hernández", señala su nuera.
Además, le encantaba contar chistes -"verdes", según su gran amigo Vicente Aleixandre- e imitaba a la perfección el trino de los pájaros -"me tienes que llevar a tu Levante natal para escucharlos", le rogaba Pablo Neruda-.
O que, durante un tiempo, dirigió la compañía "La Barraca", tras el asesinato de Federico García Lorca, para que los actores que la componían no se quedaran en paro. "El teatro de Lorca le influyó muchísimo", rememora su nuera.
Quizá por ello, la nuera insiste una y otra vez en que "todavía queda mucho por investigar de Miguel Hernández".
Con esa idea, la familia pretende, cuando concluyan las celebraciones del centenario del nacimiento del poeta, crear un patronato formado por la familia y asesorado por "expertos, profesores y gente de valía para sacar actividades importantes a nivel nacional e internacional".
Esa labor de divulgación "fuerte y comprometida", de la que "aún queda mucho por diseñar y pulir", se centrará, especialmente, en colegios e institutos, "porque es allí donde hay que enseñar a leer a Miguel Hernández" y, será entonces, "cuando de verdad se empiece a conocerle", ha adelantado.
De momento, todos los esfuerzos se concentran en los actos del centenario: "En mi familia nos entusiasman las actividades programadas y el reciente disco de Serrat" en homenaje al poeta.
"Aunque lo que de verdad nos hace mucha ilusión son nuestras propuestas: una película sobre los últimos días de Miguel Hernández en la cárcel. Se trata de un superproducción de Hollywood, que esperamos esté lista en marzo del 2011".
También están encantados con el proyecto de un musical, para el que buscan financiación, basado en las cartas que Miguel Hernández escribió a su mujer, Josefina Manresa, y en el que Paco Marsó ya está trabajando para estrenarlo en octubre de este año.
Igualmente, se intentan llevar adelante dos espectáculos, uno de flamenco y otro de 'La Fura dels Baus' en torno a la obra del poeta.
Aunque lo importante, como aclara Lucía Izquierdo, "es que nos unamos todos y dejemos a un lado los temas políticos. No vamos a obviar las ideas de Miguel. Sabemos que era republicano, pero si algo me ha enseñado él a lo largo de los años es que su nombre y su poesía es unión, y la poesía y el arte están por encima de todo".
En su opinión, la reparación moral de la memoria de Miguel Hernández -condenado por el régimen franquista- a través de la declaración formal del Gobierno puede ser uno de los elementos que ayude a la hora de alcanzar esa deseada unión, un compromiso que la familia espera ver cumplido "dentro de un mes".
La nuera mantiene con firmeza que "a Miguel Hernández lo asesinaron" y que "se podría haber salvado". Un año antes de su muerte, "su amigo José María de Cossío y el Obispo Almarcha le aconsejaron que firmara un documento donde decía que se arrepentía de lo escrito contra Franco, que no sentía lo que decía y que estaba a favor del régimen" golpista.
Según la nuera, "firmando ese papel, automáticamente, lo sacaban de la cárcel y le llevaban al exilio, donde hubiera querido, pero fue imposible para él porque no era un cobarde, sino una persona íntegra. La contestación de Franco fue muy breve: 'Muy bien, que se pudra, que se muera lentamente. No quiero otro Lorca'".
"Y, poco a poco, fue agonizando de una enfermedad que tenía curación hasta que murió, a su suerte, que fue la muerte", narra Lucía Izquierdo.
Ese aspecto de la vida de Miguel Hernández es el que más impacta y estremece a Lucía Izquierdo: "Que siendo tan joven -31 años, con una mujer que amaba hasta la saciedad, un hijo que lo era todo para él y una vida por delante, se dejara asesinar por sus ideas, por la injusticia, por la pobreza, la igualdad y los Derechos Humanos".
Tras su muerte, "él siempre ha estado de manera constante y espiritualmente con la familia", ha manifestado su nuera, quien considera que Miguel Hernández hubiera celebrado el centenario de su nacimiento "en la intimidad, con su familia", porque era una persona "muy sencilla".
Silvia Martínez y Guzmán Robador
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