Este artículo se publicó hace 13 años.
Noruega publicará este martes los nombres de las 76 víctimas
El Gobierno muestra su apoyo a la Policía pese a las críticas por la gestión y respuesta a los atentados del viernes.
La Policía noruega está en el punto de mira por su gestión del doble atentado en Oslo y la isla de Utoya llevado a cabo el pasado viernes por Anders Behring Breivik. La opinión pública ha criticado el tiempo que tardó en responder a los ataques y el error a la hora de comunicar el número definitivo de fallecidos, que ayer rebajó de 93 a 76, aunque el Gobierno ha mostrado todo su apoyo a las fuerzas del orden.
"Hicieron una labor fantástica", dijo esta mañana el ministro de Justicia, Knut Storberget, tras reunirse con los responsables de la Policía de la capital noruega. "Es muy importante que tengamos una aproximación abierta y crítica [...] pero hay un tiempo para cada cosa", añadió.
Los medios de comunicación han criticado en los últimos días que la Policía no atendiera las primeras llamadas de auxilio tras la explosión de un coche bomba frente a la sede del Gobierno en el centro de Oslo y que no utilizara los medios aéreos para acceder a Utoya desde el principio, optando por desplazarse primero en coches y luego en patrulleras.
Una vez aclarado que fueron ocho las personas que fallecieron en el primer ataque y 68 los muertos en el tiroteo, la Policía tiene previsto publicar este martes la lista definitiva de las víctimas. Además, hoy se ha conocido que es posible que se acuse a Breivik de crímenes contra la humanidad, en lugar de terrorismo.
Homenajes multitudinariosNoruega decretó cuatro días de luto oficial por las víctimas de los ataques. Anoche, unas 200.000 personas participaron en la denominada Marcha de las Rosas en Oslo, encabezada por el primer ministro Jens Stoltenberg y el príncipe heredero Haakon.
"Recordamos a todos los que han sufrido pérdidas, desapariciones, y a todos los que han hecho un esfuerzo heroico"En el cierre de la concentración, en la plaza del ayuntamiento, Haakon subrayó en un discurso que "las calles están repletas de amor", y recalcó que "hemos decidido responder al odio con unidad. Hemos elegido movilizarnos en pro de nuestros valores. Noruega es un país en luto. Recordamos a todos los que han sufrido pérdidas, desapariciones, y a todos los que han hecho un esfuerzo heroico".
Stoltenberg, por su parte, instó a los ciudadanos a mantener su carácter tolerante y democrático, y destacó que "el mal puede matar a una persona", pero que nunca podrá "apoderarse de todo un pueblo". El líder de las juventudes socialdemócratas, Eskil Pedersen, visiblemente emocionado, aseguró que los ataques "han cambiado para siempre" a Noruega, pero que está en las manos del pueblo decidir cómo va a ser esa transformación.
Para culminar la manifestación, los participantes, con sus rosas en alto, entonaron en alto la canción noruega "Ja, vi elsker" ("Sí, nosotros amamos"). La marcha comenzó y terminó en la plaza del ayuntamiento, pero tras cerrarse la concentración oficial la gran mayoría de los participantes decidieron desplazarse hasta la catedral para depositar a la entrada sus rosas. El mar de rosas sigue presidiendo este martes el templo, lugar de concentración de las muestras de dolor colectivo desde el mismo sábado.
La marcha se produjo horas después de que el asesino confeso, Anders Behring Breivik, compareciera ante el juez instructor, que dictó ocho semanas de prisión preventiva, cuatro de las cuales en régimen de total aislamiento.
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