Se normaliza la actividad del aeropuerto de Sendai tras el tsunami de marzo
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La actividad se normalizó hoy en el aeropuerto de la ciudad de Sendai (noreste de Japón) con una ceremonia en la que se recordó a las víctimas del terremoto y el tsunami del 11 de marzo, que arrasó la zona y anegó las instalaciones del aeródromo.
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El aeropuerto, que reabrió parcialmente en abril con menos de una veintena de vuelos diarios, volvió hoy prácticamente a la normalidad al retomar sus 41 vuelos domésticos diarios, efectuados por cuatro aerolíneas a ocho destinos del archipiélago, informó la agencia local Kyodo.
Está previsto que el vuelo regular a la isla de Guam (EEUU) que el aeropuerto operaba antes de marzo se reanude el próximo octubre, aunque antes ya se efectuarán vuelos chárter a ese destino.
Aunque las pistas ya están limpias, algunas de las zonas del aeródromo, como la terraza panorámica y varios restaurantes, están aún fuera de servicio.
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La reanudación de las operaciones domésticas la marcó un minuto de silencio por las víctimas de marzo, en una ceremonia en la que el gobernador de la provincia de Miyagi, Yoshihiro Murai, manifestó su esperanza de que la restitución del servicio aeroportuario impulse la recuperación de la zona.
El terremoto y tsunami de marzo dejaron la terminal invadida por el lodo, con las pistas destrozadas, y hundió una media de 15 centímetros la superficie en la que se levanta.
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El principal desafío de las autoridades es elevar el nivel del suelo del aeropuerto para poder instalar un sistema de drenaje más resistente a este tipo de catástrofes.
El Gobierno nipón prevé invertir 23 billones de yenes (203.725 millones de euros) en proyectos para la reconstrucción de las zonas devastadas durante los 10 próximos años, de los que el 80 por ciento se empleará durante la primera mitad del período de reconstrucción.
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El terremoto de marzo supuso la peor tragedia de Japón desde la Segunda Guerra Mundial, con 15.625 muertos y 4.823 desaparecidos, según los últimos datos de la Policía.
Además, desató la crisis nuclear más grave en 25 años, que ha obligado a desplazarse a cerca de 50.000 familias y ha causado daños millonarios en el sector ganadero, agrícola y pesquero.