"No descarto irme a Nueva York"
Vicente Todolí reconoce dejar la dirección del Tate de Londres por desgaste
Publicidad
Vicente Todolí lleva tiempo diciendo que después de dirigir el museo Tate Modern de Londres puede ir a dirigir el museo de su pueblo, Palmera, en Valencia, o el de una isla griega. En verano deja la dirección de Tate Modern tras siete años al mando de la tropa. Descarta trabajar en los países en los que ya lo ha hecho y eso excluye Italia, España, Portugal y Reino Unido.
Publicidad
"Mi ciclo vital, por mi naturaleza, va de siete en siete, y ahora toca dejar esto, me tomaré 12 o 18 meses de paréntesis para visitar museos, estar conmigo mismo y estudiar ofertas, que no tienen que ser necesariamente la dirección de un museo. Yo me conozco, y sé que trabajo de forma intensa, no corro maratones, sino que salto 3.000 obstáculos, y ahora es el momento de hacer un alto en el camino", cuenta en su despacho de la antigua central eléctrica junto al río Támesis.
En el mapamundi en el que estudiará ofertas de trabajo le queda EEUU, a pesar de que la forma de vida americana no es la suya. En Nueva York se formó durante dos años y asegura que no descarta "volver para una temporada".
En su legado deja gestas como haber introducido exposiciones de fotografía (Robert Frank fue el primero) y de arte latinoamericano (Frida Kahlo) o el haber colgado la colección de arte con criterios de unidad (cubismo o abstracto junto a sus opositores o derivados), en lugar de seguir la estructura tradicional cronológica.
Publicidad
"La nueva presentación de la colección fue lo primero que hice, ha sido bien aceptado por el ámbito profesional, pero ahora con la crisis no lo hemos podido cambiar todo", reconoce. Todolí rechaza medir el éxito de una exposición por el número de visitantes porque, según él, "un museo no es hacer tele y estar pendientes de la audiencia, aunque también tenemos nuestras limitaciones porque tenemos un 40% de subvención del Estado y debemos generar el 60% de los gastos". De la necesidad de financiar ese 60% surge la gran cantidad de restaurantes y tiendas con marca Tate.
Vicente acuñó la frase "morir de éxito" en el museo que en diez años se ha convertido en una de las principales atracciones de Londres. Necesita los dedos de las dos manos para contar el número de comités de asesoramiento de fundaciones y museos a los que pertenece, un trabajo compatible con el alto en el camino.
Publicidad
No será miembro del comité de selección que escogerá a su sucesor porque "me parecería muy feo que yo tuviese opinión ahí". Su predecesor, Lars Nittve, dejó el cargo al cabo de un año por diferencias con Nicholas Serota, director de la red de museos Tate, quien, dicen manda mucho. Vicente no ha tenido ningún desacuerdo con él.